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viernes, 21 de junio de 2024

miércoles, 13 de diciembre de 2023

LA OPERACIÓN EVANGELIO (Alandar Diciembre 2023)


Quizás por mi formación como filóloga y porque mi vida se arraiga en una espiritualidad sostenida en que el misterio de lo humano y del cosmos se hace silencio y de ese silencio brota una Palabra creativa y creadora siempre a favor de las víctimas, quizás por eso, soy una mujer amante de las palabras. Por serlo estoy también convencida que el lenguaje nunca es neutro y que toda revolución o cambio de paradigmas implica una mutación de lenguaje o una depuración del mismo y que ninguna palabra es verdadera si antes no ha sido gestada desde la hondura y del silencio.

También por eso el poder secuestra los lenguajes y las palabras. Las violenta y doméstica transformando sus significados y extendiéndolos a través de la manipulación mediática. De este modo borra de la memoria de las personas y los pueblos su sentido originario, reapropiándose de ellas y dejándonos cada vez más huérfanos y huérfanas de palabras e intentando así minar nuestra capacidad de nombrar la realidad. Lo cual es siempre porque lo que no se nombra no existe. En consecuencia, la perversión del lenguaje es una de las herramientas de todos los sistemas de poder para legitimarse a sí mismos, para intentar justificar la violencia, la injusticia. el expolio que producen y ¡hasta los genocidios!

Un caso paradigmático es la “Operación Evangelio “, una expresión que nada tiene que ver con su sentido originario: “Buena noticia” para los empobrecidos y empobrecidas, para los humillados y humilladas de la historia. Una Buena Noticia identificada con la alegría, la esperanza, y el compromiso con la utopía de hacer histórico y viable un mundo donde la paz y la justicia se besen (Salmo 85,10) y no haya nunca más más sufrimiento ni llanto (Ap 21,4).

Sin embargo, la Operación Evangelio es el nombre que el ejército israelí y el MOSAD (agencia de espionaje) ha dado a una estrategia militar de ataque en Gaza, donde a través de un sofisticado sistema de drones identifican y atacan, aun con mayor virulencia de la que ya es habitual, posibles refugios de los lideres de Hamas para acabar con ellos de manera mundialmente ejemplificante. La Operación Evangelio es una herramienta muy potente al servicio del odio y la legitimación del genocidio de Gaza que ya lleva en su haber las muertes de más de diecisiete mil gazatíes. Entre ellos cerca de 6000 niños y niñas, de modo que Gaza es hoy un inmenso cementerio de pequeños, según datos de la nada sospechosa UNICEF.

Mientras tanto, el gobierno más poderoso del mundo continúa utilizando palabras como lealtad inquebrantable [1] para referirse a la incondicionalidad de su apoyo a la guerra de Gaza y a la defensa de los intereses políticos y económicos del gran lobby sionista dentro y fuera de Israel. Mientras tanto Netanyahu continúa animando a la guerra santa inspirado en la Torah y en el privilegio de sentirse “pueblo elegido”. Mientras tanto en Cisjordania aumentan los ataques de soldados y colonos contra las familias palestinas. Mientras tanto, millones de personas en miles de plazas del mundo gritan en las calles no es una guerra es un genocidio.

Mientras tanto los gobiernos de la Unión Europea intercambian palabras y discursos, sin llegar a una palabra eficaz que ponga límite y fin a esta guerra y juzgue a Netanyahu por crímenes contra la humanidad. Mientras tanto, esta Navidad seguirán naciendo niños palestinos como Jesús de Nazaret hace más de 2000 años sin un techo para cobijarse, sin más abrigo que la solidaridad de los últimos y ultimas. Nuevamente la Palaba, el Misterio se hace carme y nos mueve y remueve al no en nuestro nombre.

Pepa Torres Pèrez 










miércoles, 6 de abril de 2022

Blancos y rubios (Alandar Abril 2021)

No puedo con la saturación informativa sobre la guerra de Ucrania, mientras se silencian los más de 25 conflictos bélicos que se siguen produciendo en el mundo y ya no son noticia para casi nadie.

Me runrunea un malestar políticamente incorrecto ante el contraste y la desigualdad manifiesta entre la criminalización de la acogida en otras crisis humanitarias (en Grecia o en Calais…) y la exaltación y plausibilidad de la acogida a las familias ucranianas. Son muchas las personas malienses, palestinas, kurdas, sirias, iraquís o centroamericanas que huyen de otras guerras (incluidas las de las maras) a las que se les niega la acogida o se encuentran con múltiples vericuetos y dificultades burocráticas para conseguir una simple cita que les permita solicitar protección internacional.

No es que no me conmueva el dolor y el sufrimiento de las familias ucranianas que huyen de la guerra, que me parece tremendamente injusto y espeluznante, en medio del manejo de los hilos militaristas de los intereses de la OTAN y la tiranía de Putin. Pero el agravio comparativo es inmenso y resulta tremendamente humillante. Acaso la razón es que son blancos y rubios, o dicho de manera más “educada”, como decía el otro día una compañera de un colectivo vecinal de mi barrio, “forman parte de nuestra cultura y civilización europea y esta guerra amenaza directamente nuestro estilo de vida”.

Pero lo que, sin duda, revela esta oleada de acogida para las familias ucranianas que huyen de la guerra es que si queremos se puede. La voluntad política y social es determinante para alcanzar cambios que se declaran, en otros casos, imposibles.

En estas últimas semanas he estado con cinco mujeres inmigrantes, embarazadas a punto de salir de cuentas, a las que se le ha negado la atención sanitaria y aún no saben dónde van a dar a luz y si les facturarán la atención hospitalaria. Para valorar su situación les han dado cita en la Unidad de Tramitación Sanitaria para inmigrantes... para después del parto. Hemos hecho todo tipo de reclamaciones y la respuesta es siempre la misma: hay colapso, no se puede hacer otra cosa. No hay opciones. También varios amigos llevan meses intentado conseguir una cita electrónica en extranjería para renovar su entrevista de asilo y al reclamar nos dicen que el sistema está bloqueado y que no saben para cuándo podrá haber citas disponibles. Mis amigos están a punto de perder la renovación de su contrato laboral si no consiguen pronto esa cita. Pero la respuesta es siempre el mismo mantra: no se puede hacer nada. La culpa es del colapso.

Sin embargo, muchas y muchos nos preguntamos si del mismo modo que se han puesto en marcha paquetes de medidas sanitarias, sociales y de extranjería para las persona ucranianas, tales como permiso de residencia de un año, ampliable a tres, con posibilidad de trabajar, acceso a la educación y a la salud, plazas públicas para personas vulnerables, embarazadas, comedores sociales, albergues juveniles, plazas gratuitas para jóvenes de entre 3 y 16 años, servicio de traducción e interpretación y abono transporte gratuito, entre otras…no es posible que estas medidas puedan aplicarse al resto de la población migrante y refugiada que huye también de la guerra, del hambre, de la falta de futuro y de otros conflictos bélicos, aunque ya invisibles u olvidados por los medios.

Va a tener razón mi vecina, hay un gran diferencia: no son europeos, no son rubios ni blancos. Son los otros, la negación del nosotros, y para ellos sólo queda la sospecha y la criminalización.


Pepa Torres Pérez

lunes, 18 de febrero de 2019

Calentando motores para la huelga de mujeres

Porque no hay espiritualidad  liberadora sin justicia ni equidad de genero y porque la iglesia es el una delas instituciones más  patriarcales que existen  somos muchas las mujeres cristianas que  estamos implicadas en la huelga de mujeres  del 8 M 

martes, 4 de diciembre de 2018

Nacer tres veces ( Alandar Diciembre 2018)


La realidad es superior a la idea y mucho más si se trata de ideas xenófobas y racistas como las que desarrollan cada vez más en sus discursos y programas los grupos políticos de corte fascista. Recientemente el líder de uno de ellos ha hecho unas declaraciones sumamente hirientes para quienes conviven entre nosotras aportando sus valores y riquezas culturales, ampliando nuestras visiones estrechas de la realidad, sosteniendo la economía y equilibrando nuestra pirámide poblacional absolutamente descendente sin ellos y ellas[1]. Este tipo de declaraciones paradójicamente se vuelven en contra de quienes las pronuncian porque la violencia desde donde nacen descalifica a los autores de tales proclamas, identificándoles como lo que son, unos ignorantes blindados en su burbuja de supremacía racista y blanca.

Estos discursos se combaten pisando el barro de lo cotidiano en los barrios cada vez más diversos de  nuestras ciudades, pero requieren la voluntad y la sensibilidad de abrirse a tantos gestos que revelan que la convivencia es posible y que juntos y juntas somos muchos y muchas quienes, desde la diversidad que hoy nos constituye, sostenemos la vida en común, haciendo de la vulnerabilidad potencia, en nuestra luchas contra la precariedad y por la supervivencia. Son, sin embargo, a menudo las administraciones y los políticos quienes están empeñados en enfrentarnos y levantar la guerra entre los pobres, con tal que no señalemos y nos rebelemos juntos ante los verdaderos responsables de nuestros auténticos problemas.

lunes, 12 de febrero de 2018

SOBRE FÓSILES, CAMBIOS Y MOVIMIENTO

Jorge Drexler siempre me da que pensar. Acabo de escuchar su canción Movimiento y he quedado conmovida por la verdad que encierra y por nuestras resistencias a encararla:e Vamos con el polen en el viento y estamos vivas porque estamos en movimiento. Sin embargo, ¡cuánto nos cuestan los cambios!. Desde las rutinas más cotidianas pasando por los hábitos del corazón a las trasformaciones históricas en las que andamos apostando la vida. Tendemos a institucionalizarlo casi todo y lo que nace con vocación de novedad a menudo termina domesticándose. 

Como diría Lucho Espinal [1], todos podemos llevar un fósil dentro de nuestra conciencia y de nuestro corazón. Los fósiles son imparciales. No pueden arriesgarse a tomar partido por algo antes de que haya triunfado. Son más espectadores que actores y nunca intervienen en lo que todavía no está maduro. ¡Hay tantas instituciones y colectivos fósiles!. Cuando llegaron atrajeron algo nuevo. Eran un empuje hacia adelante, pero donde está hoy su novedad?. 

Por eso a partir de una edad es obligado que nos hagamos esta pregunta: ¿Seremos también nosotros y nosotras fósiles? ¿Facilitamos que cada nueva generación haga su propio camino de libertad y búsqueda o aspiramos a que sean repetidores de lo que hay?,¿Dejamos que avance el futuro o por el contrario lo taponamos erigiendo en dogma, ley, o absoluto, los aprendizajes y sabidurías adquiridas en la vida?.
 Para verificar esta cuestión nada mejor que tomar el pulso a nuestra capacidad de riesgo y mirar a ver si nos pone nervioso lo nuevo, lo fronterizo. La vida es cambio, como dice Drexler en su canción: lo mismo (….), los pájaros, los alfabetos si quieres que algo se muera déjalo quieto. Pero el movimiento ha de ser de dentro a afuera porque los verdaderos cambios requieren profundidad de corazón y de conciencia y pasar por la toma de decisiones concretas que lleven a modificar las prácticas, porque si no quedarán reducidos a pura retórica, a un mero cambio de lenguaje pero vacío por dentro.

Vivimos tiempos desconcertantes, en los que la realidad nos recuerda de continuo que el tiempo es siempre superior al espacio y que no hay cambio sin procesos (EG 222 ) y que el trigo y la cizaña conviven juntos (Mt 13,24-43). Por eso se trata de posar la mirada en el trigo cada día y empujar su crecimiento, porque la cizaña ya sabemos que está y no queremos darle más poder del que ya tiene . 

Lo mismo sucede con los cambios en la iglesia o en la política. Sin duda el liderazgo de Francisco está empeñado en romper algunos muros históricos que han separado a la iglesia del mundo y está trayendo frescura, libertad y creatividad a muchas comunidades cristianas y colectivos que se sentían huérfanos de iglesia y facilitando la vuelta a casa de quienes habían sido expulsados de ella. El acontecimiento Francisco está provocando un movimiento de recuperación de la ilusión, de atención y deseo de salida a las periferias, de reencuentro del cristianismo con la ecología y los movimientos populares etc. 

Pero a la vez lo nuevo convive con lo viejo y lo viejo sigue siendo el clericalismo, la norma, la rigidez, el derecho canónico por encima del amor y del evangelio, la resistencia a la comunidad de iguales, los prejuicios hacia las mujeres, y el miedo a que otras identidades sexuales, diferentes a la normativa puedan vivir y encontrar su lugar en la iglesia. 

Desde un punto de vista social sucede un poco lo mismo. La crisis económica y su forma de gestionarla ha generado y sigue haciéndolo mucho sufrimiento. Han surgido formas nuevas de pobreza y para mucha gente la vida es antes y después la Reforma Laboral, la ley Mordaza, etc, pero a la vez la crisis ha hecho estallar formas nuevas de solidaridad, de organización comunitaria, la puesta en marcha de procesos de democracia participativa, y ha hecho que la política este más en las calles.

 Las generaciones jóvenes están hoy más interesadas por la política que en décadas anteriores y en los barrios se ha sobrevivido y sobrevive por las formas colectivas de creatividad social. Sin embargo lo que no es nuevo es la sombra de la xenofobia y el terror y como está siendo utilizada mediáticamente para sembrar el rechazo al diferente, los neofascismos y las guerras entre pobres, pero afortunadamente junto a estas corrientes existen también otras que no se cansan de recordar a la ciudadanía que por muchas Le Pen o Trump que haya ningún ser humano es ilegal y que la hospitalidad y la acogida son un derecho y un deber humano. 

Dice Drexler en su canción que somos una especie en viaje y que es más mío lo que sueño que lo que toco. Porque es el poder de los sueños el que nos pone en movimiento, como a tantas personas migrantes hoy en nuestro mundo. Sueños como el de Atou, que porque sus hermanos pequeños fueran a la escuela aguantó tres devoluciones en caliente y hoy es pinche de cocina en una restaurante de la calle Princesa, o como el de Leyla, que por el sueño de una vida libre de un matrimonio concertado cruzó cinco fronteras y hoy tiene una hija, que como ella dice, se casará si quiere por amor, como su madre, o como Dallou, tres veces devuelto de Marruecos a Argelia y al que su sueño de vivir una sexualidad libre sin miedo a las leyes homófobas de su país le ha hecho resiliente hasta límites insospechados y hoy forma parte del colectivo La cera de enfrente.

Las personas desplazadas, migrantes y refiguradas nos devuelven un icono de la condición humana: El riesgo por buscar la vida. Porque una vida que merece la pena ser vivida es siempre en camino, en travesía, en salida de sí; un permanente éxodo: físico, mental, cordial, espiritual. La instalación es la no vida, el embotamiento de la sensibilidad que termina conduciéndonos a la indiferencia hacia quienes no tienen nuestros privilegios y constituyen una amenaza para los mismos. Sin embargo, esta verdad se nos resiste a menudo a los creyentes. 

Quizás por el lastre heredado de una paradigma teológico y espiritual muy aristotélico, centrado en lo inmutable, en la idea de Dios como motor inmóvil y no dynamis, Ruah en movimiento, continua creación y recreación. Quizás por eso la fidelidad se entiende más como permanencia y mantenimiento que como cambio y transformación, se identifica más con la imagen de las cariátides, esas columnas con formas de mujer que sostienen los templos griegos, que con los exploradores y exploradoras que se atreven a ensayar caminos nuevos. 








[1] Lucho Espinal, testigo de nuestra América, https://books.google.es/books?id=QmDrjqjlzfYC&pg=PA127&lpg=PA127&dq=LLuis+Espinal

lunes, 18 de diciembre de 2017

DECIR HACIENDO. Crónicas de periferias ... Mi nuevo libro



Esta obra recoge relatos de vida, esperanza, resiliencia, ternura, violencia, denuncia y solidaridad. La autora, desde sus recuerdos, nos muestra sus vivencias, experiencias y también nos da su opinión sobre numerosos temas de la actualidad. Este libro es una recopilación de artículos, escritos a veces con rabia y otras con ternura, con el objetivo de cuestionar, denunciar y pensar sobre política, movimientos sociales, el tema de la mujer, espiritualidad y religión. Una apasionante obra donde se reclama el derecho a que todas las vidas valgan lo mismo y merezcan la pena ser vividas.




viernes, 3 de noviembre de 2017

GRAMÁTICA DE LA SOLIDARIDAD. VERBOS A CONJUGAR

Cuando mis amigos y amigas del mundo se enfrentan a la tarea de aprender castellano la conjugación de los verbos suele ser una de sus mayores dificultades. Lo mismo sucede en la gramática de la solidaridad y la justicia en la que los verbos también se nos resisten. Preferimos los sustantivos que sirven para nombrar las cosas y si son abstractos mejor que mejor. Conjugar los verbos significa pasar a la acción y hacerlo en primera persona del singular y del plural, es decir implicándonos en ello colectivamente y dejando que afecten a nuestras vidas.

viernes, 27 de octubre de 2017

Ezperu que ejtes bien



Siempre he sido una apasionada de los programas de alfabetización. Me inicié con ellos en la Educación Popular, en la década de los 80, a través de las aulas de educación de personas adultas. Pablo Freire y su Pedagogía liberadora fueron entonces nuestra inspiración. 

Sus ideas se convirtieron casi en dogmas de fe para una generación en la que la apuesta por la democratización de la cultura y el conocimiento hacia arder nuestro corazón: Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo. Las personas se educan entre sí con la mediación del mundo. Educar no es trasferir conocimientos sino crear la posibilidad para su propia producción o construcción

Han pasado muchos años desde entonces pero me sigue conmoviendo cada vez que una persona adulta escribe sus primeras palabras y frases y se atreve a mostrarlas o leerlas en púbico. Hace un par de noches lo experimenté nuevamente al recibir un whasap de un amigo bangladeshí que acaba de conseguir su solicitud de asilo y su aprendizaje de la lengua castellana va siendo cada vez más  fluido. Su wasahap sustituyò en este caso al papel y al lápiz tradicional: Ezperu que ejtes bien yo mui contento de aprender español.

El aprendizaje de la lengua de la sociedad de acogida es el primer paso para la integración y las personas migrantes lo saben. De ahí su esfuerzo por hacerlo, pero Pablo Freire tenía razón “nos educamos juntos en interacción con el mundo” y también nosotros hemos de abrirnos a los saberes y a las culturas de estos nuevos vecinos. 

De lo contrario Amin Maalouf [1] ya lo prefijo “Cuando aquel cuya lengua estoy aprendiendo no respeta la mía hablar su lengua deja de ser un gesto de apertura y se convierte en una acto de vasallaje y sumisión.

¿Cómo no terminar viviendo juntos en mundo separados?.¿Cómo pasar de la mera coexistencia a una autentica convivencia?. 














[1] Amin Maalouf, Identidades asesinas, Alianza Editorial, Madrid, 2009, p 58 

martes, 10 de octubre de 2017

Ecologìa e inmigración



Tras el periodo vacacional retomo mi columna. He estado unos días en un pequeño pueblo de la Sierra de Gredos desconectada de casi todo, disfrutando de la soledad y de la comunión con la naturaleza. Quizás por eso la vuelta al asfalto y los ritmos rápidos de la urbe se me resisten. También este verano he participado en un taller sobre ecología y sostenibilidad que me ha hecho más consciente de los hábitos depredadores que hemos naturalizado en nuestro estilo de vida y es urgente modificar. 

jueves, 29 de junio de 2017

QUEREMOS ACOGER ¡YA!


Conocí a Rabit hace unos meses. Lo trajo a nuestra casa otro amigo “sin papeles” que lo había encontrado en la calle desorientado y sin saber dónde ir. Su mirada cargaba un sufrimiento insostenible, y sus brazos unas quemaduras, que mucho después supimos eran las marcas de la tortura en su país de origen, Bangladesh, por resistirse a la dictadura del partido que actualmente lo gobierna: La liga Awami. Amenazado de muerte se vió forzado a salir de su tierra y en su largo éxodo perdió a su familia y a sus dos hijos. Tras meses en el mar, sin agua y a la deriva, llegó finalmente a las costas italianas, con el infierno de Libia grabado en su memoria.