sábado, 5 de octubre de 2019

DE BONDADES PENÚLTIMAS Y GOTAS DE AGUA



Retomo mis colaboraciones en Alandar tras una temporada en la que un tsunami ha atravesado mi vida: un cáncer fulminante que nos ha arrebatado a mi madre en cuatro meses. Cuidarla y acompañarla “en común”, entre mis hermanos, mi padre y Julia, su trabajadora de ayuda a domicilio, nos ha llevado a remar juntos en la intemperie de la enfermedad, compartiendo dificultades, ternura, incertidumbres, recuerdos, esperanzas, resistencias, esfuerzos, humor, lágrimas, en definitiva densidad de vida que te devuelve a lo esencial de la misma. 

Cuando esto sucede el tiempo deja de percibirse como cronos, en el que lo ritmos y agendas te devoran, para pasar a descubrirse como Kairós, donde lo importante es el encuentro y la oportunidad de tocar la profundidad de lo humano, su grandeza y su fragilidad y de hacerlo en compañía. En esta travesía, a rachas y a ratos, me han acompañado algunas lecturas, pero destaco, sobre todo una que me ha hecho mucho bien: La penúltima bondad, del filósofo catalán Josep María Oriol [1]. Copio a continuación uno de los textos que me han resultado más evocadores:   

 La bondad salva al mundo, la bondad cotidiana de las personas;  la bondad en las acciones de unos hacia otros. Esa bondad, esa absurda bondad es lo más humano que hay en el hombre, lo que le define, el logro más alto que puede alcanzar su alma. A veces esa bondad, parece pequeña e impotente ante la monstruosidad  y la extensión del mal. No obstante, en su impotencia y en su debilidad nunca podrá ser vencida. De aquí que la bondad, que es una de las vibraciones de la vida, sea la esperanza del mundo. En las afueras de un monasterio budista, en las montañas del Himalaya, hay una piedra con un acertijo inscrito en ella: ¿Qué hay que hacer para que una gota de agua no se seque?”. Detrás de la misma piedra se encuentra la respuesta: Dejarla caer al mar. Bellísima imagen. Pero corresponde a la idea de integración oceánica y de totalidad que no comparto. Tal vez cabría un respuesta alternativa propia de las afueras- de la intemperie, del desierto-:¿Qué hay que hacer para que una gota de agua que no se seque?. Ponerla en los labios de alguien que tenga sed”.

En tiempos de intemperie y de banalización del mal, reivindico el poder de la bondad en un sistema perverso en guerra contra la vida. Por eso he decidido posar mi mirada y mi sensibilidad en quienes se dedican a poner una gota de agua en los labios de quien tiene sed  y dejar que las vibraciones de su bondad me impregnen. 

miércoles, 2 de octubre de 2019

IV Seminario Mujeres en diálogo



Un curso más desde el Instituto de Pastoral de Madrid iniciamos el IV Seminario Mujeres en diálogo, que va dirigido a mujeres y hombres, creyentes y a quienes buscan comprometerse con la justicia y por unas relaciones más humanizadoras e inclusivas en su entorno social y cultural. Este seminario propone un espacio de reflexión y generación de pensamiento colectivo que aborde temáticas relacionadas con fe-cultura desde una perspectiva femenina.

Como en años anteriores, se desarrollará los segundo miércoles de cada mes desde Octubre a Mayo, con un formato participativo, que suscite preguntas sobre la experiencia religiosa y las implicaciones sociales y pastorales que surgen de ella

Adjuntamos el programa y os convocamos a la primera sesión que será el 23  de octubre, a las 19,30  con el tema: Mujeres, espiritualidad y empoderamiento, que será animado por Silvia Martínez.