sábado, 26 de diciembre de 2020

Perforar la realidad o " Un pasaje hacia lo otro"

 


Esta mañana mientras iban en el metro he tenido una experiencia a lo Madeleine Delbrel. Los escenarios más irrelevantes y cotidianos se pueden descubrir habitados por un misterio de Dignidad y hondura que los resignifican y otorgan nuevo sentido. 

En la cotidianidad de un vagón, pese a las mascarillas que nos impiden reconocernos y sentirnos relajadamente prójimx,  algo puede cambiar cuando unos ojos te miran y te sonríen. 

Como los de los dos músicos ambulantes latinos que con su charango han roto la frialdad del vagón y nos han facilitado por unos breve segundos mirarnos más allá del miedo y la sospecha y tararear juntx su melodía

Ha sido un “ pasaje hacia lo otro” como dice Luisa Muraro en el Dios de las mujeres, una rendija por donde el Misterio se ha colado …una perforación de la realidad en el lenguaje de Madeleine Delbrel … 

Y es que la mística no es para selectx, sino para quien se abre y se deja asombrar por el misterio 

Unidx en la esperanza y el compromiso desde diferentes espiritualidades


 Porque no hay espiritualidad sin  ecojusticia...Algunos aprendizajes y deseos  par el 2021 

viernes, 25 de diciembre de 2020

Boletín de Senda de Cuidados ( Diciembre 2020)

Me encanta el Boletín que los compañeros y compañeras de Senda de cuidados acaban de sacar ...

Porque son posibles el trabajo y los cuidados dignos....y porque es urgente no bajar  la guarda para que asía sea .... 

Ahora más que nunca empeñadas y empeñados en que el cuidados y no el mercado estén en el centro de la economía y de la vida 

https://mailchi.mp/ad00bd754391/boletn-de-senda-de-cuidados-n-13-diciembre-de-7131781 

martes, 15 de diciembre de 2020

TEOLOGÍA EN LAS PERIFERIAS De amor político y cuidados en tiempos de incertidumbre


Gracias, Miguel Ángel Mesa, amigo y poeta siempre de la esperanza cotidiana  

por tu reseña  sobre mi último libro  

TEOLOGÍA EN LAS PERIFERIAS 

De amor político y cuidados en tiempos de incertidumbre

Pepa Torres Pérez

San Pablo, Madrid 2020


Mi buena amiga Pepa Torres comienza en la introducción de este libro diciendo: “Soy mujer de memoria y cicatrices”. Y es verdad, porque todo lo que ha experimentado en su vida permanece en su recuerdo, pero nutriendo el hoy de su existencia y de su compromiso. 

Y las cicatrices están presentes, porque también ha tenido y tiene heridas que le duelen, causadas por las leyes discriminatorias e inhumanas, por la opresión y las injusticias contra los más débiles, por la violencia y el desprecio hacia las mujeres, por las incoherencias de la Iglesia, que traiciona tantas veces el mensaje del Evangelio… 

Pero, a pesar de todo esto, nunca se queda lamiendo sus laceraciones, sino que reacciona rápidamente de forma resiliente, transformándolas en heridas luminosas. Y de esta forma logra transformar su entorno, porque es una mujer que sana a quien tiene a su alrededor, con diálogo profundo, abrazos intensos, sinceros y con la alegría que desborda a raudales. Después de estar con ella sales renovado. 

Muchos dirán que este no es un libro de teología al uso. Y así es. Porque esta teología está reflexionada y escrita tras la inmersión en la cotidianidad de las periferias existenciales, con sus contradicciones y sus luces, junto a sus luchas y esperanzas trabajadas en el día a día, y no desde la altura, la distancia y el aislamiento, “para ser así objetivos, sin contaminarse”. Porque a ella le gusta transitar por las fronteras, para sentir el dolor, la angustia, el sufrimiento, en ella misma, que otros y otras sufren; acercándose de forma siempre amistosa y muy humana, ofreciendo una buena noticia de liberación, desde los sentimientos de Jesús de Nazaret, actualizados por la Ruah de Dios en este tiempo que nos ha tocado vivir, tan cargado de nubes grises de incertidumbre y de esperanzas. 

Teología en las periferias transmite la misericordia del buen Dios que su autora palpa en los contextos de exclusión por los que transita. Como su título indica es una narración teológica sobre el amor político y los cuidados, a todos los niveles, como base para transformar la sociedad y mejorar así las condiciones de las personas más vulnerables. 

El saber místico de Pepa, gran conocedora de Etty Hillesum, Dorothy Day o Madeleine Delbrêl, también está presente en este libro, que atrae desde la lectura de la primera página. Pepa Torres es también una militante feminista consecuente, a quien le duelen vivamente las afrentas que sufren día a día las mujeres en nuestra sociedad y, por ello, se compromete con sus luchas y reclamaciones justas, contra la violencia, la discriminación y el desprecio que sufren tanto en nuestro país, como en el mundo y en la Iglesia. 

Sobre todo ello se reflexiona en este libro. Compromisos y vivencias, plasmados con una claridad, belleza y profetismo que provienen de una profunda y cuidada interioridad, una mística vital de ojos abiertos, que tiene su origen en Dios y que su autora experimenta como “Aliento de vida, manantial de resiliencia, que sostiene, inspira, moviliza a la solidaridad y la creatividad. Un Dios dynamis, que nos empuja a rebuscar hasta encontrar entre las cenizas del sufrimiento, la esperanza. Un Misterio de amor que no distingue entre creyentes ni ateos, sino que es experto en periferias y en humanidad más que en moralidades. Un Dios Ruah alentadora, que nos mueve a salir de nuestros propios miedos e intereses y que nos hace experimentar que solo en la projimidad y en el asombroso poder de los encuentros y los abrazos podemos ser plenamente humanos y humanas, y participar del misterio de su divinidad todo-cuidadosa que nos habita”. 



(Miguel Ángel Mesa Bouzas) 


viernes, 11 de diciembre de 2020

Lectura recomendada: Memoria de la melancolía , de María Teresa León


Maravilloso libro de María Teresa León, una de mis escritoras preferidas de " las sin sombrero", las mujeres del generación del 27, tanto tiempo invisibilizadas. Conocida entre otras razones por ser la mujer de Rafael Alberti , fue evidentemente mucho mas que ese rol asignado. Cultísima, republicana, resiliente, fundadora de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, se encargó personalmente de la evacuación de algunos de los cuadros más valiosos del Mueso del Prado. La difusión de la cultura y el teatro fueron su arma para defender el sueño de la república, Testigo activo desde dentro del No pasarán de aquel Noviembre terrible

El libro es un canto a la libertad, a las opciones incondicionales, al exilio. Su prosa poética, la narrativa de hechos que cambiaron la historia de nuestro país quebrando tantos sueños y vidas se hace con un lenguaje bellísimo y preciso, mezclando el pasado y el presente...En definitiva un libro que desde las primeras líneas te atrapa y te hace sentir orgullosa de esta estirpe de mujeres, esta genealogía a quienes tanto debemos y cuyos sueños de libertad e igualdad han hecho posible los nuestros... Por las que hoy somos lo que somos. En un contexto de avance de los neofascismos su lectura resulta imprescindible para no perder la memoria.

Un libro homenaje a aquellas, como dice la autora, que fueron perdiendo eternidades, dejándolas atrás siempre con los zapatos puestos para echar a andar.

martes, 8 de diciembre de 2020

sábado, 28 de noviembre de 2020

Ritual de vida desde la espiritualidad feminista


Retomamos el espacio de rituales feministas desde la Red Miriam que iniciamos hace un año. Lo retomamos de manera virtual y con muchas ganas de poder convocarlos presencialmente, echamos de menos el " cuerpo a cuerpo". Este vez el tema que nos convoca son los cuidados. Así que :

Chicas ¿ y si nos cuidamos ?

miércoles, 25 de noviembre de 2020

CRISIS Y NUEVOS ALUMBRAMIENTOS ( Alandar Noviembre 2020)


Empecé a colaborar con Alandar hace casi 10 años en pleno espesor de la crisis del 2008. Hoy escribo mi última colaboración para el periódico en formato de papel en el inicio de este agujero oscuro que están siendo la crisis del covid. Mi sección se ha venido llamando desde entonces hay vida después de la crisis, pues esa era claramente mi intencionalidad: poner lupa en la luz, más que en las sombras, sin obviarlas. Apostar por rescatar la esperanza entre tanto escombro y auscultar el murmullo de lo inédito, que emerge también siempre en las situaciones de crisis en las que nos sentimos forzados a pensar lo impensable, a estirar la realidad hasta el límite para que dé más de sí. 

Hoy escribo este artículo con sentimientos que me resultan difíciles de definir por ser en muchos casos contradictorios. Escribo con indignación por como esta crisis se está cebando con los y las más pobres y por la incapacidad de los políticos de poner el bien común en el centro, en lugar de sus intereses partidistas. Escribo con rabia ante la violencia de la ultraderecha empeñada en levantar el odio, el racismo, el clasismo y el sexismo en una situación económica y social que reclama con urgencia amor político, diálogo y tolerancia. Escribo con cansancio, quitándole horas al sueño porque la pobreza “da mucho trabajo” a quienes ponemos nuestras energías en intentar combatirla. Escribo pegada a la materialidad de la vida y la preocupación por organizarnos colectivamente para cubrir las necesidades básicas de tantos compañeros y compañeras, vecinos y vecinas, amigos y amigas que no saben hasta cuándo van a poder mantener el alquiler, o cómo van a conseguir comida, ropa de abrigo e incluso medicinas. 

Pero lo hago también con admiración y reconocimiento ante tantas iniciativas vecinales empeñadas en defender la alegría en estos tiempos sombríos y redistribuir la riqueza y los bienes comunes entre todos aquellos y aquellas que están siendo desposeídos con el pretexto de esta crisis. Tecleo el ordenador con la nostalgia de relaciones vividas desde el cuerpo a cuerpo en lugar de por una pantalla virtual. Me habita el fuerte convencimiento de que en tiempos de incertidumbre, distancia social y exceso de sufrimiento como el que nos atraviesa, necesitamos recrear nuevas formas de encuentro y solidaridad para lo cual se nos hace imprescindible la mirada interior y comunitaria a la realidad. Por mirada interior entiendo una mirada contemplativa, y crítica ante el desorden de un sistema, en guerra contra la vida por el expolio del planeta y la biodiversidad, que se han convertido en caldo de cultivo propicio para pandemias como la que actualmente estamos viviendo. En tiempos de distancia social, cuando tocarnos es imposible la mirada recupera toda su fuerza: mirar a los ojos de los otros y otras y dejarnos mirar por ellos y ellas, especialmente por las personas más vulneradas en sus derechos por esta crisis, quizás nos permita encontrar en ellos la luz necesaria para rescatar la esperanza en medio de tantas ruinas como está quedando aprisionada. 

Por eso comparto algunas miradas que encienden la mía hoy y me sirven de brújula ante tanta incertidumbre y desgarro como nos atraviesa: 

-La mirada de Lasa, compañero senegalés sin papeles que vive en España desde hace 8 años. Vive en una casa ocupada sin luz y sin agua con otro grupo de africanos. Han pasado la cuarentena del covid en esas condiciones. Su mirada reclama la urgencia de una regularización ya permanente y son condiciones, porque ningún ser humano puede ser declarado ilegal 

-La mirada de Luzbeth, trabajadora de hogar interna que enfermó de covid cuidando de una anciana enferma. Pasó todo el confinamiento con ella, pues los hijos vivían en otra ciudad. Cinco meses después Luzbeth ha sido despedida por estar de baja por ansiedad un día, al conocer la noticia de la muerte de su madre por covid en Honduras. Su mirada reclama la exigencia de condiciones laborales de las trabajadoras de hogar, excluidas de los derechos más básicos reconocidos en el Estatuto de los trabajadores, entre ellos el fin del desistimiento y el derecho al subsidio de desempleo. 

-La mirada de Danna y su bebe, una mujer española, a la que el confinamiento le pilló inmediatamente después de ser desahuciada. Fue acogida en una casa ocupada de mujeres donde cuidaron de ella y su bebe y le ayudaron a tramitar el ingreso mínimo vital. Actualmente está durmiendo en un recurso del SAMUR sin haber solucionado su situación. Su mirada nos desvela que la vivienda no puede ser un privilegio sino un derecho. La exclusión habitacional se ha convertido en una de las formas más violentas de pobreza en nuestro país. Pero la mirada de Danna y su bebe reclama a la vez la urgencia de unos servicios sociales menos burocratizados, más flexibles y ágiles en la resolución de las situaciones urgentes, más dirigidos al cuidado y la protección de las personas y colectivos más vulnerados que al control social, la sospecha y la criminalización. 

-La mirada de Rosa una médica del centro de salud de mi barrio, dedicada de manera voluntaria junto con otros colectivos sociales a dar talleres sobre seguridad y salud frente al covid entre los grupos más vulnerables y excluidos del sistema sanitario y encontrar formas de acceso a él. Su mirada denuncia la privatización de los sistemas de salud en la deriva neoliberal en la que nos encontramos y la exigencia de una sanidad pública y universal en la que nadie se quede fuera, como reclaman la plataforma Yo si sanidad universal, de la que forma parte. 

Estas miradas me confirman también que la crisis del covid es mucho más que una crisis sanitaria y una crisis social, no es sólo un tránsito, ni siquiera un aviso. Es una realidad que va a cambiarlo todo. Como escribía el filósofo Slavoj Zizek[1] al inicio de la pandemia, el virus ataca los cimientos mismos de nuestra vida, provocando no sólo una ingente cantidad de sufrimiento, sino un desastre económico que los poderosos intentaran aprovechar para recuperar sus privilegios No habrá ningún regreso a la normalidad, sino que la nueva normalidad tendrá que construirse sobre las ruinas de nuestras antiguas vidas. 

Pero las crisis son siempre un crisol, Nos obligan a separar el oro de la ganga y nos empujan a pensar lo insólito, a sostenernos en el hoy para tener vidas que merezcan la alegría de ser vividas y eso solo es posible desde la gestación colectiva de la cultura del cuidado, de la inter y ecodependencia. Esta gestación requiere parteros y parteras que no se acomoden al darwinismo social, a la lógica del hiperdesarrollo y el crecimiento ilimitado, a la naturalización de la pobreza siempre para los mismos y las mismas. El porvenir se gesta en la solidaridad y la defensa de la vida más vulnerada hoy y esto solo será posible desde un profundo cambio en nuestras formas de vida, producción y consumo. Solo será posible desde un cambio de conciencia, un éxodo imprescindible mental y cordial del que señalo algunos aspectos que tomo de Emma Martínez Ocaña en su libro “Es tarde, pero es nuestra hora” [2]

-De la fantasía de la suficiencia a la experiencia de la inter y la ecodependencia que nos compromete a poner la vida en el centro empezando por la más vulnerada. 

-Del consumismo depredador al decrecimiento o crecimiento sostenible para todos y todas. Vivir con sencillez y sobriedad para que otros y otras puedan sencillamente vivir. 

-De la búsqueda compulsiva de seguridad a toda costa a abrazar y vivir la vulnerabilidad asumida y compartida y la inseguridad e incertidumbre como compañeras de caminos de la existencia humana. 

-De la superficialidad, la inconsciencia y la manipulación mediática a la profundidad y la conciencia crítica informada y comprometida con el bien común, y lo público. 

-De la cerrazón mental y vital a la apertura dialogante, constructora de puentes que desmonte prejuicios, fronteras ideológicas, polarizaciones sociales, para que las personas y la vida más amenazada sean lo primero. 

-Del sálvese quien pueda a la experiencia comunitaria, la creación de espacios compartidos de búsqueda de alternativas en común. 

-De la globalización de la indiferencia al padecer con, vivir la compasión política, al modo de Jesús de Nazaret, que nos compromete con la eco justicia y la ternura con toda vida. 

Si la vida se sostiene en un milagroso entramado de interconexiones, hoy más que nunca se nos hacen imprescindibles las redes de cuidados, como esta pandemia nos está demostrando: 

Redes, tejiendo redes, 

Tu cuerpo y el mío, formando parte del cuerpo de la tierra y del cosmos. 

Tu necesidad con la mía y la de todas las especies. 

Desuniendo el caos, cohesionando esfuerzos, 

Generando vínculos, superando fracturas, 

Redes, tejiendo redes 

En el entramado misterioso de la sostenibilidad de la vida, 

Tensión, clamor, pasión y grito de la vida siempre resiliente 

sostenida y sosteniéndonos. 

Alandar desde su formato digital seguirá contribuyendo a ello….        

                                                                                        Seguimos 







[1] Slavoj Zizek, Pandemia, Anagrama Barcelona,2020, p.12. 

[2] Emma Martínez Ocaña, Es tarde, pero es nuestra hora. Narcea, Madrid, 2020, pp. 128-129.

Otoño Activista: Boletín de la Red InterLavapiés

 Recién salido del horno.... Porque las crisis nos ponen creativas 

https://mailchi.mp/9c025fd2842d/resistir-en-tiempos-de-pandemia-boletn-de-la-red-interlavapis-7099517

Una radionovela de biosindicalismo

Mis compañeras de territorio Doméstico estallan de creatividad y activismo aun en tiempos de pandemia.

Estrenando radio- novela   

https://elpais.com/espana/madrid/2020-11-24/la-radionovela-del-biosindicalismo.html 

sábado, 21 de noviembre de 2020

Mística de la calle



En estos tiempos de incertidumbre se nos hace imprescindible acudir a nuestras genealogías femeninas, maestras de resiliencia. 

Una de ellas es sin duda Madeleine Delbrel  

y su " mística de la calle"  


MÍSTICA DE LA CALLE 

Hay personas a las que Dios elige y pone aparte.

Hay otras a las que deja en la masa. No retira del mundo.

Son personas que hacen un trabajo normal, que tiene un hogar

Normal o que son solteros normales.

Son personas de la vida ordinaria.

Personas con las se encuentra uno en cualquier calle.

Les gusta la puerta de la calle (…)

Nosotros, gente de la calle, creemos con todas nuestras fuerzas que

Esta calle, que este mundo en el que Dios nos ha puesto constituye para

Nosotros, el lugar de nuestra santidad.

Creemos que nada necesario nos falta, porque si algo necesario nos

Faltase, Dios ya no lo habría dado


      (La santidad de la gente sencilla)    

sábado, 31 de octubre de 2020

Peregrinos y peregrinas de lo absoluto


Esta tarde de sábado en la que me dedico a mí misma me atrapa la lectura de este libro. Somos un anhelo que nos trasciende, leo en la primera página… La llama mística sigue viva en la época del eclipse de Dios…

La nostalgia del infinito continúa encendiendo nuestra mente. ser humano es teándrico, la Presencia que lo origina y lo atrae es permanente. No depende del lugar donde estamos, del momento del día en que vivimos, de los pensamientos que tenemos, de las actividades que hacemos. Vivimos inmersas en el Misterio. 

Rafael Narbona nos inicia en el recorrido vital de 12 peregrinos y peregrinas de lo absoluto:

Teresa de Jesús o la mística de la felicidad

Juan de la Cruz o la mística del desamparo

Blaise Pascal o la mística del corazón

William Blake o la mística de la imaginación

Soren Kierkegaard o la mística de la libertad

Miguel de Unamuno o la mística de la duda

Rainer María Rilke o la mística de la noche

Georges Bataille o la mística de la transgresión

Simone Weil o la mística del amor fati

Emile M. Cioran o la mística de la nada

Etty Hillesum o la mística de la alegría

Thomas Merton o la mística del rostro



Libro sin desperdicio, aunque se eche de menos que el autor haya introducido tan pocas mujeres…

jueves, 22 de octubre de 2020

Palabras de clausura del acto de Reconocimiento a la Red ciudadana de interpretes-mediadores de Lavapiés en tiempos de pandemia


Soy Pepa Torres Pérez de la Red Inter Lavapiés, vecina del barrio. Junto con mi compañero Mohamed Fazle Elahi , de Valiente Bangla y Ana Longoni, directora de las actividades públicas del Museo Reina Sofía cerramos hoy este acto de reconocimiento a la red ciudadana de intérpretes de Lavapiés creada durante la pandemia ante la irresponsabilidad y falta de voluntad política de las administraciones. 

Llevamos años denunciando la carencia de intérpretes- mediadores en hospitales y centros de salud y en la escasa dotación de ellos en los servicios sociales. 

Frente a la rigidez, la burocratización y la lentitud de las administraciones, una vez los vecinos y vecinas de Lavapiés nos hemos organizado desde la diversidad que somos para enfrentar nuestros problemas y buscar alternativas comunitarias a nuestras necesidades. 

Desde el 26 de marzo que murió Mohamed Hussein a consecuencia de la barrera lingüística no hemos parado de trabajar. La red ciudadana de intérpretes mediadores ha atendido más de llamadas mil telefónicas en estos meses. Han puesto no solo la voz, sino el cuerpo entero, arriesgando su salud en muchos casos, aunque siguiendo siempre las orientaciones sanitarias, entrando en contacto con personas afectadas que no acudían al centro de salud en una primera fase porque creían que no iban a ser atendidos al no tener papeles, 

Recuerdo aquella primera iniciativa cuando empezamos a poner los nombres de los intérpretes mediadores en las bosas de comida que desde los bancos de alimentos se llevaban a los pisos de las as personas enfermas para que se pusieron en contacto con ellas y realizar así la mediación con el centro de salud y fueran atendidos. O las veces que han acompañado, insisto no solo telefónicamente, sino poniendo el cuerpo entero, con personas con covid que estaban en la calle, por no haber plazas en hoteles medicalizados, y gracias a ellos se pudieron forzar alternativas habitacionales 

El trabajo con el centro de salud y los servicios sociales ha sido permanente. Hoy, del Centro de Salud con nosotras solo ha podido estar Toñi, la trabajadora social. La coordinación entre Toñi y médicas como Rosa, Olaya o Natalia han sido imprescindibles para abordar la pandemia en el barrio. 

Sus nombres, son conocidos hoy por toda la comunidad bangla, conocidos y respetados, aunque como dice Olaya, nuestra médica querida, todavía convaleciente, no hemos hecho más que nuestro trabajo. 

A día de hoy la expresión No podemos más , es la que más escuchamos a nuestros compañeros y compañeras interpretes mediadores, no podemos más. Han sostenido mucho sufrimiento, mucha impotencia, mucha negligencia y lo han hecho con una generosidad extraordinaria, como dices Nines, de la RSA, a cambio de nada y lo han hecho , como dice Manik, por pura humanidad , o como dice Besha porque me nace.
El derecho a la interpretación y la mediación no puede de las personas migrantes no puede recaer en la responsabilidad y la buena voluntad de las personas voluntarias, sino que es una responsabilidad política. 

Por eso no vamos a parar de reivindicar la figura profesional de los intérpretes- mediadores no sólo para nuestros barrios, barrios como como Vallecas, Carabanchel, Villaverde, Usera, desde donde hemos estado atendiendo gente sin parar. 

Reivindicamos la figura de los intérpretes mediadores. no como expertos, ajenos a sus comunidades, sino como personas con autoridad moral en ellas, personas que desde dentro de las comunidades migrantes, conocen bien las barreas lingüísticas y culturales y necesitamos nos ayuden a saltarlas juntos y juntas. 

A veces lo más importante no es un título académico, sino que existen otras saberes mucho más eficaces y resolutivos que no se aprenden en la universidad, como la red ciudadana de intérpretes nos ha mostrado en esta pandemia. 

Por eso cerramos este acto con el reclamo de lengua o muerte, el libro colectivo en el que nos hemos hermanado Argentina y Lavapiés o dicho de otra manera porque estamos convencidas que la lengua. Los derechos lingüísticos es la vida. 

Interpretes mediadores ya 

Interpretes para sanar 




miércoles, 21 de octubre de 2020

Homenaje a Juan Martin Velasco en la Cátedra de Teología Chaminade


Ayer, 20 de Octubre rendimos homenaje a Juan Martín Velasco en la Catedra Chaminade, de la cual el fue durante tanto tiempo, junto con Julio Lois un gran impulsor. Tuve la suerte de coordinar la mesa redonda, en donde a través de cuatro comunicaciones, profundizamos en el perfil humano, creyente, intelectual, teológico y de hombre humilde y comprometido como fue Juan.

Iniciamos el acto con esta composición de Pau Casal y poniéndonos en pie como reconocimiento a su vida y su obra.Fue para mi una suerte inmensa poder coordinar el acto que iniciamos con las siguientes palabras : 

Buenas tardes a todos y a todas. 

Bienvenidas a esta segunda sesión de la catedra Chaminade de este curso “ anómalo” e incierto que estamos viviendo. La sesión de hoy no es una conferencia ni siquiera una mesa redonda sin más, aunque tiene este formato. Hoy nos convoca la vida de Juan de Dios Martin Velasco, su memoria, su pascua. Juan nos dejó con la humildad que le caracterizo toda su vida, intentando pasar desapercibido hasta en esto. Pero hoy no podemos de dejar de rendirle nuestro pequeño homenaje, aunque sea con distancia social y mascarilla

Juan Martin Velasco pasó por vida honrándola, haciendo el bien y con una absoluta discreción y fidelidad evangélica.Por eso si os parece vamos a empezar este acto poniéndonos en pie. Estar de pie es la postura de la resurrección, de la dignidad que nace de la experiencia de filiación y que nos compromete a levantar dignidades con otros y otras. Por eso desde esta conciencia de resurrección y compromiso con la vida escuchamos el canto de los pájaros, la música de la esperanza que nos evoca la memoria de Juna Martin Velasco, interpretada por Pau Casals. Si os parece hacemos juntos y juntas este gesto de Resurrección y esperanza (...) 

Nos acompañan en este homenaje Antonio Ávila, Pedro Rodríguez Panizo Luis Aranguren y Consuelo Rodríguez Olcina. Iniciamos esta mesa redonda con la participación de Antonio Ávila, amigo y discípulo de Juan, teólogo, psicólogo, director hasta hace unos meses en que se ha jubilado del Instituto Superior de Pastoral de Madrid. Antonio nos va a presentar en su comunicación el perfil pastoral y eclesial de Juan Martin Velasco 

Pedro Rodríguez Panizo, amigo y discípulo de Juan, profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, nos va presentar en su comunicación el perfil intelectual, así como la inestimable aportación teológica de Juan Martín Velasco al estudio del hecho religioso, la fenomenología y la mística. 

También participa en esta mesa el filósofo Luis Aranguren, discípulo también de Juan. Luis me ha dicho le gustaría que le presentara en con el siguiente texto : Conocí a Juan como seminarista de Madrid en 1979. Allí comprobé esa extensión del Vaticano II, Tarancón e Iniesta, que estaba viviendo en aquellos años. Más tarde fue mi profesor, y allí degusté la sabiduría del maestro que va a lo fundamental sin despeinarse. Pero fue durante mis años de director de ediciones de PPC cuando entablé una relación más estrecha y constante con Juan. Tuve el honor de publicar 5 libros suyos y otros 4 como coautor. Compartir con él proyectos editoriales era ocasión para aprender y ensanchar horizontes. Pero fue tras mi despido de PPC hace 4 años cuando descubrí a un Juan sorprendente. Me llamó por teléfono enfadado porque se había enterado de la noticia por otras personas (me imagino que por los amigos del Instituto de Pastoral). "¿Por qué no me has llamado? Soy tu amigo", me dijo. Hablamos. Descubrí que después de tantos años, contaba con Juan-amigo. Al colgar el teléfono hice una reverencia a mi móvil.

Luis nos va a ayudar a profundizar en la vida y la obra de Juan Martín Velasco M en dialogo con la increencia. Como colofón, Consuelo Rodríguez Olcina profesora jubilada y amiga personal de Juan y de su familia desde hace mucho año nos va a compartir el perfil profundamente humano de Juan Martín Velasco. 

Terminamos con el poema Certeza recitado por Juan en su último acto en público 

(…) Cuanto existe, existió y será después.
En el misterio hermoso
de alentar en un mundo que se hizo
con la misma materia de los sueños,
¿cómo iba la muerte a poner fin
a esta fragilidad indestructible
que en nosotros habita?(…)










viernes, 16 de octubre de 2020

LENGUA O MUERTE. Reconocimiento a la Red ciudadana de personas intérpretes mediadoiras


 Porque sin ellos habría habido muchas más muertes....

porque  frente a la insensibilidad de la administración la ciudadanía se organiza y responde  ...

porque no vamos a parar hasta que la figura profesional de los mediadores- traductores exista en los centros de salud y hospitales   como una de las personas migrantes ...

domingo, 4 de octubre de 2020

Celebrar la vida



Gracias a todx los que habéis celebrado conmigo este día , por este cumpleaños especial , sin abrazos físicos pero con tantas complicidades y energías compartidas...
Seguimos... 
Defendiendo la vida y la alegría  

sábado, 12 de septiembre de 2020

“Aportaciones de la mística contemporánea para una Iglesia en salida”.

 


En este mes retomo mis clases en el Instituto Superior de Pastoral en el ciclo de Formación Permanente con la asignatura “Aportaciones de la mística contemporánea para una Iglesia en salida”.

Profundizaremos en las biografías y textos de

Dorothy Day (1897-1980) 

Madeleine Delbrêl (1904-1964)

 Etty Hillesum (1914-1943) 

 Thomas Merton (1915-1968)

 Christian de Cherge (1937-1996)

Más informaciòn en  http://instpast.upsa.es/fp.html

                                   


viernes, 11 de septiembre de 2020

Remamos ( Alandar Septiembre 2020)

REMAMOS


Inicio este artículo con la música de Kany Garcia[1] como telón de fondo y su canción Remamos. Me resulta inspiradora en este tiempo incierto que vivimos y que nos urge en tiempos de pandemia a poner la vida en el centro y remar juntos y juntas hasta que todas las vidas valgan lo mismo. Durante este tiempo “extraño” que atravesamos me ha tocado despedir a más gente de la que hubiera pensado y también algunos proyectos. 

Nombro a dos de las personas más recientes: Rufino Velasco, teólogo inspirador de las comunidades de bases en España, que me ayudaron a dar a luz mi fe en la década de los 80 y Juan Luis Ruiz Jiménez, hombre ético por excelencia, que desde el ejercicio de la medicina, defendió la salud pública y universal como un derecho de los y las más pobres y con el que tuve la suerte de remar en los talleres de desobediencia de la plataforma Yo si sanidad universal. 

También en este tiempo despedimos un ciclo de Alandar y alumbramos un nuevo comienzo. En el saber decir adecuadamente “hola” y “adiós” nos jugamos mucho en la vida : estancarnos en la nostalgia o el duelo o abrirnos a la novedad siempre sorprendente de un presente y un futuro que piden gestación colectiva. 

Alandar forma parte de mi historia de vida desde su nacimiento en 1983. Por entonces yo estaba vinculada a una comunidad en el barrio de Usera y Rafaela, una compañera con la que vivía se encargaba de distribuirlo entre distintos colectivos. Lo repartía también al final de la Misa de 12 en la parroquia donde participábamos. Alandar era recibido como un chimiri imprescindible en los tiempos de sequía eclesial que atravesábamos, frente al azote de la ofensiva conservadora de Suquía. Años más tarde me siguió acompañando por otros lugares de la geografía española donde viví: Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha.

 Algunos de sus artículos los trabajamos en los colectivos en los que por aquel entonces participaba: Aulas de alfabetización de mujeres, Juventud Obrera Cristiana, Movimiento Rural, Mujeres y Teología, etc, escuelas de madres y padres, catequesis familiar, asociaciones de vecinos etc. Recibirlo era una tormenta de alegría, esperanza y resiliencia frente al huracán sancionador. involucionista y peligrosamente eficaz que representaba la iglesia de Rouco Varela. 

Leerlo nos hacía sentir que la iglesia era mucho mayor que el aparato eclesiástico que intentaban apropiársela, que la Ruah creativa y liberadora de Dios no podía quedar prisionera en una jaula al servicio de los intereses del status quo, aunque su estrategias y tácticas fueran muy eficaces e intentaran hacerlo. Mes a mes Alandar nos hacía experimentar que no estábamos solas, que el Evangelio, y no el derecho canónico, eran el centro de la vida cristiana, que para el Dios de la Encarnación las periferias eran cita obligada y de ahí la apremiante llamada del Evangelio a insertarnos en organizaciones ciudadanas y a tomarnos en serio las implicaciones entre fe y política. 

Con tantas dificultades como entusiasmo,cada mes Alandar seguía saliendo como un milagro del compartir siempre al filo del déficit y más allá de toda lógica económica, gracias al remar de muchos y muchas en medio de la tempestad de una iglesia institucional devastadora y lo hacía como dice la canción de Kani García : . 

Con la cara contra el viento,
con la valentía delante.
con un pueblo entre los dedos 

Con la entrada en el siglo XXI Alandar siguió a la escucha de los nuevos signos de los tiempos e introdujo con fuerza en sus páginas las reivindicaciones y sueños feministas, los movimientos sociales, y las luchas y propuestas de nuevos sujetos emergentes: migrantes, antirracismo, movimientos LGTB. También con esperanza, a la vez que con consciencia de todas las amenazas y resistencia que el efecto Francisco levantó y continúa haciéndolo dentro de la iglesia, las páginas de Alandar se sumaron a la exigencia de reformas estructurales y conversión pastoral propuesta por Francisco y mucho más allá de ellas. 

Alandar Ha resistido tempestades y crisis como la del 2008 y nos ha ayudado a sus lectores y lectoras a hacerlo. Siguió remando entonces, como dice la canción que tomo como leit motiv, para este texto: 

Sabiendo cual es el precio 

con los puños apretados, 

sin pensar en detenernos. 

Con el convencimiento tenaz que 

Donde hay dolor y falte luz 

que mi garganta cante 

que en la canción agarren fuerzas mis pies anclados. 

Es en este contexto en el que me incorporo como colaboradora en una sección llamada inicialmente “Hay vida más allá de la crisis” y más tarde “Decir haciendo”. En medio de mi aventura vital de compaginar teología y activismo escribir para Alandar me ofrece cada mes una oportunidad que siempre agradeceré, la de pensar el presente desde las periferias y narrarlo teológicamente. 

En esta travesía, en la densidad e incertidumbre de convivir cuidándonos en tiempos de pandemia y forzando un futuro inédito Alandar acepta un nuevo reto: el desafío digital ante la crisis económica y del cuerpo a cuerpo que nos impone la pandemia. Declara “en cierre” su formato escrito “por resurrección“ y apuesta por formas alternativas de comunicación y organización colectiva en lenguajes digitales. Porque 
cambia todo cambia, como tantas veces hemos cantado con Mercedes Sosa y porque como hoy nos sigue recordando una nueva generación de cantautoras latinoamericanas, se avecina otro comienzo 

Alandar seguirá acompañándonos poniendo su granito de arena en generar cultura del debate, crear horizontes de deseos que alumbren utopías factibles; repartir la riqueza, los cuidados, hacer de la tierra una casa común habitable, para todas empezando por las últimas y del mundo un banquete, una verbena popular permanente, recuperando así el sueño todo-cuidadoso de la Ruah juguetona y creadora de Di-s sobre el mundo (Prv 8,30) 




domingo, 6 de septiembre de 2020

En el año de la Biblia: La Palabra, partera de novedad y activimos

 Estamos en el año de la Biblia…

Recuerdo cuando con 14 años empecé a leerla y se me “caía de las manos”, de modo que decidí abandonar su lectura. Tuvieron que pasar muchos años hasta que volví a hacerlo, esta vez comunitariamente, en el contexto de la recién estrenada democracia en España y a la luz de los acontecimientos  que estábamos viviendo y del compromiso en un barrio marginal con niños y jóvenes,  en plena crisis de la heroína en Madrid.

La Biblia y la realidad, mano a mano, me abrieron a una nueva forma de mirar la realidad y hacer propia la experiencia de Santo Domingo de Guzmán: “No puedo estudiar sobre pieles muertas cuando mis hermanos /as, pieles vivas, mueren de hambre”.

Años más tarde el Estudio del Evangelio, la Teología de la liberación y la Hermeùtica feminista me abrieron - y continúan haciéndolo- a  nuevas perspectivas y “nacimientos”, porque la Palabra en  mi vida es siempre partera de novedad y de activismos .

Hoy leyendo a Madeliene Delbrel me siento profundamente identificada:

Cuando tengamos nuestro Evangelio en las manos debemos pensar que en Él habita el Verbo, y quiere hacerse carne en nosotras”.

En tiempos de pandemia, poniendo el cuerpo en la materialidad de la vida y los cuidados, a poco que buceemos en el interior de nostras mismas, podemos experimentar con asombro que la sophia oculta de Dios es fuente de resiliencia y creatividad amorosa en el corazón humano y en el cosmos. 

Hagámosla hueco.

Hágase en nosotras según tu Palabra     

miércoles, 2 de septiembre de 2020

NINGUNA MUJER ES ILEGAL


 Hoy he ido con mi compañera Ninfa a su concesión de la nacionalidad. ¡Años de lucha y amistad compartida!¡ hemos aprendido tanto juntas!. Pese a la violencia de la política de fronteras empeñadas en enfrentarnos hay vínculos poderosos que nos unen y hermanan. NINGUNA MUJER ES ILEGAL

  

jueves, 20 de agosto de 2020

Mi artículo-homenaje a Rufino Velasco: OPCIÓN POR LOS/AS POBRES EN TIEMPOS DE COVID. Algunos aprendizajes desde la Red Interlavapiés

Al inicio del confinamiento leí un texto de Rita Sagato que me ayudó a hacerme más consciente que la pandemia era una oportunidad para la lucidez y para renovar convencimientos y opciones para subvertir el sistema. El artículo se titula: Todos somos mortales[2]. Tirando del hilo de su reflexión y de la memoria de Rufino Velasco, maestro de utopías, que alimentaron y ensancharon la mía, cuando yo aun la andaba buscando, escribo este artículo. Comparto en él algunos aprendizajes que de la mano de mis compañeras y compañeros de la Red Interlavapiés vamos realizando en esta crisis: 

1-Apuesta por la cuidadanía

Aunque el capitalismo inocula en nuestras mentes el espejismo de la suficiencia y el “sálvese quien pueda” esta crisis nos ha desnudado y mostrado una realidad antropológica a la que nos resistimos: somos vulnerables y solo podemos subsistir desde la interdependencia y la ecodependencia. Es urgente forzar colectivamente una cultura y una economía que ponga el cuidado en el centro, especialmente el de las vidas más vulneradas. 

El covid nos ha vuelto a revelar que no todas las vidas valen lo mismo, porque, aunque en un sentido podemos decir que no conoce fronteras, el virus es clasista, es racista, es edadista, es patriarcal y es colonial ya que las condiciones para protegerse de la pandemia son tremendamente desiguales en base a estas interseccionalidades. 

Por eso el cuidado,entendido como una categoría relacional, social y política a reivindicar, no puede ser jerarquizado en base al género, la clase o la raza. Es urgente pasar de sociedades centradas en el mercado a sociedades centradas en la ciudadanía como un modo alternativo de entender las relaciones con una misma, con los demás con la naturaleza, con la economía, con la política y con el misterio que habita la hondura de la realidad y que los y las creyentes llamamos Di-s. 

2-La nueva normalidad a la que estamos volviendo no es la solución, sino que sigue siendo el problema. 

Mientras la casa común siga siendo expoliada y la lógica del hipercrecimiento y el consumo no sea sustituida por la de la sostenibilidad y la ecojusticia, la pobreza por desposesión de bienes comunes y la destrucción ecológica y sus consecuencias en la vida y la salud de las especies (incluida la humana), será imparable. Por eso la forma más eficaz de luchar contar la pandemia es combatir la desigualdad sistémica y la explotación depredadora del planeta y las especies. 

3-La urgencia de las tres T: Techo, trabajo y tierra 

El derecho al techo, a la vivienda digna 

¿Cómo quedo en casa si no tengo en casa? o ¿Cómo hago la cuarentena si vivo en un piso patera?. Son algunas de las preguntas que escuchamos cada día en esta crisis en nuestro barrio. La vivienda no puede ser un privilegio ni los gobiernos pueden dejar esta necesidad básica en manos de los especuladores y el mercado. La vivienda es un bien común y un derecho. Por eso en esta crisis un objetivo prioritario han de ser forzar las políticas públicas de vivienda, los alquileres sociales, poner fin a los desahucios, acabar con los pisos turísticos y los fondos buitres que expulsan a los vecinos más precarios de los barrios donde han construido su vida o mercadean con la dignidad de la gente. . 

Derecho al trabajo. 

Esta crisis ha demostrado que los trabajos imprescindibles para la vida son los más precarizados, peor pagados y que carecen de reconocimiento de derechos laborales más básicos. Así sucede en el caso de las trabajadoras de hogar y cuidados, todavía excluidas del Estatuto de los trabajadores, o los profesionales de la salud, sometidos a las políticas neoliberales de privatización y recortes, que tanta incidencia han tenido a la hora de luchar contra la pandemia. Estos trabajos merecen ser reconocidos, no sólo con aplausos, sino con salarios dignos, con derechos y sistemas de protección adecuados. La reivindicación por la ratificación del Convenio 189 de la OIT y la defensa de los servicios públicos, entre ellos la salud, se hacen hoy más urgentes que nunca. 

Reivindicar el trabajo en tiempos de pandemia supone también entrar en otra comprensión del mismo. El trabajo como una acción socialmente útil, no al mercado, sino al bien común. Esto implica un discernimiento alternativo que rija las políticas laborales: qué trabajos son realmente útiles a la convivencia porque colocan el cuidado y la sostenibilidad del planeta en el centro y cuáles no, una profunda reconversión desde ahí, junto con un sistema de renta básica universal. 

 Derecho a la tierra y de la tierra 

No podemos seguir violentando la casa común ni los ecosistemas porque ésta se rebela contra nosotros y pone en situación de riesgo y de muerte a todas las especies incluida la humana. El covid ha puesto sobre el tapete de nuestras vidas, las agendas políticas y ciudadanas la urgencia de un cambio radical en los estilos de vida, producción y consumo: estilos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y la diversidad de los ecosistemas, más centrados en el decrecimiento que en el hiperdesarrollo. Para ello son fundamentales no sólo cambios en el modo económico, sino también en las conciencias y en la sensibilidad, de ahí la importancia de la prioridad de la educación. Una educación que no fomente la desigualdad, ni la brecha digital, sino que dé preferencia a los colectivos y pueblos más vulnerados y que contemple que todo proyecto educativo reglado o no reglado se enriquece cuando incorpora experiencias de trabajo para la comunidad. 

El respeto y el cuidado a este derecho está también relacionado con el reconocimiento de la libre circulación de personas por el mundo, el derecho a una ciudadanía universal, de manera que nadie pueda ser declarado ilegal ni excluido. Por eso la opción por los y las pobres hoy pasa también por el reconocimiento del derecho a migrar y también del derecho a no migrar de los pueblos del Sur Global, obligados a hacerlo por el extractivismo, el expolio y las nuevas y poderosas formas de colonialismo que controlan los mercados. 

Un compromiso bien concreto de todo ello es la exigencia de una regularización de las personas migrantes, para que se acabe el infierno que atraviesan las personas indocumentadas ya sea en la fronteras visibles de Tapachula, Calais o Melilla, o frente invisibles que tienen que seguir cruzando una vez que están entre nosotros, como la barrera idiomática y cultural que durante el confinamiento causó la muerte de nuestro vecino M . Husseim[3]

Una última cuestión que tiene que ver con el derecho a la tierra y de la tierra es algo que también se nos ha hecho palpable en esta crisis: el reconocimiento de que sin la agricultura no es posible la vida. Ello nos lleva a exigir políticas agrarias centradas en la soberanía alimentaria y en las que el trabajo en el campo no sea un mercado de explotación, y de abuso sexual, en el caso de las mujeres, donde a los trabajadores no se les ofrezca para dormir colchones amontonados sobre palés en una nave y además se les cobre por ello como está sucediendo. 

4-Un último aprendizaje al que quiero referirme tiene que ver con la experiencia religiosa y la instituciones 

El misterio que llamamos Di-s no es milagrero, ni castigador, ni interviene directamente en la historia, ni para causar el mal ni para evitarlo, sino que es aliento de vida, manantial de resiliencia. Sostiene, inspira, moviliza a la solidaridad y la creatividad. El Di-s de Jesús es experto en reciclaje y nos empuja a rebuscar hasta encontrar entre las cenizas del sufrimiento, la esperanza. 

Un Misterio de amor que no se identifica con los discursos sino con los gestos y las acciones y que no distingue entre creyentes ni ateos, sino que es experto en periferias y en humanidad más que en moralidades. Un Di-s Ruah alentadora, que nos mueve a salir de nuestros propio miedos e intereses y que nos hace experimentar que sólo en la projmidad y en el asombroso poder de los encuentros y los abrazos podemos ser plenamente humanos y humanas y participar del misterio de su divinidad. 

5-Mantener viva la memoria 

Junto a estos aprendizajes creo que es muy importante no olvidar, no perder la memoria, no sólo de las víctimas, sino también de que es posible vivir de otra manera como nos hemos visto forzados y forzadas a vivir en este confinamiento: bajando niveles de consumo, redescubriendo que la riqueza de nuestras vida son las relaciones y los encuentros, que las personas mayores no son un estorbo sino nuestro mejor patrimonio y no pueden ser instrumentalizables, y poniendo en el centro la vida y no los intereses individuales sino los del bien común: la comunidad. 

Porque las crisis y el futuro sólo los podemos atravesar en compañía 

Inshallah 

Pepa Torres Pèrez

Revista ÉXODO, nº 54, Octubre 2020  
Homenaje a Rufino Velasco 






[1] http://redinterlavapies.blogspot.com.es/ 


[3] Sobre este hecho remito al audio libro que durante el confinamiento hicimos varios colectivos y en su memoria https://www.museoreinasofia.es/actividades/dani-zelko

martes, 11 de agosto de 2020

LECTURAS PARA UN AGOSTO INTENSO

 



Pandemia, de Slavoj Zizek, Anagrama, Barcelona 2020. 

Lectura imprescindible sobre la crisis que nos atraviesa y que pone el dedo en la llaga planteando preguntas a las que nos invita a reflexionar crítica y colectivamente. Preguntas como ¿es nuestro destino la barbarie con rostro Humano?. 

Me pasa, de Patricia Olascoaga Recuero, Talón de Aquiles, Valencia, 2019. 

La poesía es de Patricia Olascoaga, poeta del suburbio, como a ella le gusta definirse, es fuente de resiliencia y utopía, no como fuga mundi, sino para embarrarnos los pies y el cuerpo entero en hacerla histórica en el corazón de esta crisis. Tuve la suerte de prologar este libro y lo hice entrecruzando versos de la misma autora: 

Poemas para liárselos al cuello

Y ser eternas en un instante.

Poemas-gritos,

Nacidos de una alquimia subversiva,

insomnes ante la violencia del sistema y la injusticia.

Poemas para darse a la vida

y hacerlo en cada contienda

Poemas para resistir a los naufragios

y renacer erguidas de lodos y azucenas.

Poemas sin trajes de ortodoxia.

Versos de amor, de luchas, de sororidad utopías.

Así o es el verso libre de la mujer libre que es Patricia Olascoaga

martes, 4 de agosto de 2020

Verano "raro" y místicas contemporáneas

Este verano "raro"que estamos viviendo por el covid y la crisis global que está ocasionando es el contexto en el que estoy preparando para el Instituto Superior de Pastoral  una asignatura que lleva por nombre: Aportaciones de la mística contemporánea para un iglesia en salida. En ella me adentro en los textos y  la experiencia  de mujeres extraordinarias como Dorothy Day  o  Magdeleine Delbrel . Invito a conocerlas. Referente obligado en tiempos de incertidumbre y crisis económica. 


sábado, 11 de julio de 2020

El paseo de Jane.Un paseo virtual por la Arganzuela y el lavapiés feminista


Con Economistas sin fronteras y la Asociación Endecha  participando en el Paseo de Jane por La Arganzuela y el Lavapiès de la economía feminista. Un disfrute de paseo representando a Senda  de cuidados   

https://www.youtube.com/watch?v=vuLDX3U7jxc

jueves, 9 de julio de 2020

PLAN DE EMERGENCIA SOCIAL....YA

Esta mañana  los grupos de cuidados y despensas solidarias de Madrid, más  colectivos  vecinales y de luchas migrantes, hemos registrado  en el Ayuntamiento de Madrid cientos de cartas  exigiendo al alcalde un plan de emergencia social ...Lavapies juntos y en pie... Alli estuvimos...   

domingo, 7 de junio de 2020

Black Lives Matter en Madrid

Porque las vidas negras importan  y porque el racismo institucional  mata 
salimos hoy a la calle en Madrid con mascarillas 
y respetando la distancia social  
porque el racismo es una pandemia que mata  


domingo, 31 de mayo de 2020

Intérpretes para sanar ...Intérpretes ya

 Contra la barrera idiomática y cultural  
INTERPRETES EN LOS CENTRO DE SALUD Y  HOSPITALES...
 Para que nunca más se repitan historias como la de Mohamed Hussein. 


miércoles, 27 de mayo de 2020

Prácticas de economía feminista

Hace unos días tuve la suerte de participar en este coloquio organizado por Economistas sin fronteras .Os lo recomiendo.

Para no volver a la normalidad porque la normalidad era el problema  


https://www.youtube.com/watch?v=p8T7OsY5XtQ#action=share

martes, 19 de mayo de 2020

jueves, 7 de mayo de 2020

sábado, 2 de mayo de 2020

Ahora más necesaria que nunca La tendresse: la ternura


Otro aprendizaje desde el confinamiento
somos independientes.
Necesitamos la ternura y la relación 
como el oxígeno,
para vivir  

sábado, 25 de abril de 2020

jueves, 23 de abril de 2020

Mis recomendaciones para el día del libro




Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla, de Marina Garcés, editado por Galaxia Gutenberg (2016) 


El libro es una selección de artículos donde la autora aborda diferentes temáticas que nacen todas del convencimiento de que la filosofía nos ayuda a trazar los caminos de lo impensado, a dibujarlos allá donde no los hay y a diseñar cartografías. La vida duele y los analgésicos mediáticos y farmacológicos ya no nos sirven. La tesis central del libro es que se nos hace más necesaria que nunca la fuerza transformadora del pensamiento, por eso la filosofía por la que aboga Marina Garcés es una práctica de guerrilla y nunca puede ser ajena a la vida. Todos los textos son maravillosos, pero en nuestra actual coyuntura recomiendo especialmente tres de ellos Vidas mancomunadas, la página en blanco y Factor humano. Un libro que atrapa y moviliza por dentro y por fuera, aun en época de confinamiento. 


La cultura del encuentro. Desafío e interpelación a Europa, de Julio L. Martínez, editado por Sal Terrae (2017) 


El libro parte de un cuestionamiento: ¿cuáles son los desafíos sociales que hieren hoy a Europa en su corazón y qué puede aportar a ellos la cultura del encuentro tal como propone el magisterio del papa Francisco? Julio Martínez rastrea con profundidad Evangelii gaudium y Laudato Si para hacer un recorrido teológico y antropológico sobre las categorías cultura y encuentro y proponer una ética samaritana que desafíe las barreas etnoculturales en una Europa moralmente a la deriva. El libro es una buena aplicación de la doctrina del papa Francisco ante problemas cruciales en la convivencia y la vida pública de nuestro día a día. 


El misterio y el mundo. Pasión por Dios en tiempos de increencia, de María Clara Bingemer, editado por San Pablo (2017) 


María Clara Bingemer profundiza sobre el desafío de la increencia a la experiencia religiosa y la relación entre mística y ética. Para ello analiza el sentido y el valor de la biografía, la escritura como resistencia y testimonio y la narrativa teológica. Es a partir de la experiencia de las mujeres y hombres testigos, sus historias de vida y sus experiencias de amor y resiliencia hasta el extremo lo que “da que pensar” y puede hacer “inteligible” el Misterio de lo divino que se encarna en la projmidad. Dorothy Day, Etty Hillesum y Egide Van Broeckhoven constituyen un paradigma de ello.