domingo, 26 de abril de 2015

LA UNIÓN EUROPEA ES RESPONSABLE DEL GENOCIDIO EN EL MEDITERRÁNEO

            
700 personas ahogadas el sábado 18 de abril; 400 el pasado domingo, día 12; 1.100 víctimas que se suman a otras 950 en el primer trimestre de este año. A sumar a las 3.500 muertas y desaparecidas en 2013.¿Hasta cuándo este reguero de vida humanas sacrificadas por las políticas migratorias y de cierre de fronteras de la UE?. Estos dramas tienen lugar por la negativa de la UE a permitir el acceso a su territorio a las personas en busca de asilo y refugio, fugitivas de los conflictos de Siria, Eritrea, Libia, Sudán… lo que convierte en papel mojado el proclamado derecho de asilo. Y es consecuencia, también, del cierre total de vías legales de acceso para aquellas personas que buscan una vida mejor, para ellas y sus familias. La UE, se empeña en levantar muros, alambradas, desplegar navíos militares, invirtiendo en ello más de un centenar de millones de euros, con la vana ilusión de levantar una barrera infranqueable para migrantes y refugiados.Y elude su responsabilidad, culpando a mafias y traficantes sin escrúpulos de esta situación. Pero ¿quién ha posibilitado que surjan y florezcan? Las políticas comunitarias que cierran cualquier otra vía de acceso. Como ciudadanos/as no podemos permanecer impasibles. 

POR ESO DENUNCIAMOS
-Que las personas que han perdido la vida tenían diversos motivos para emprender su viaje; entre éstos, huir de conflictos políticos, bélicos y de la propia pobreza. Lejos de ser fenómenos “naturales”, están directamente relacionados con la política exterior de la Unión Europea y sus intereses comerciales.
-Que la Unión Europea define a estas personas como “inmigrantes ilegales” para no tener que aceptar las implicaciones de lo que realmente son: potenciales refugiados, niños y niñas, víctimas de diversos conflictos.
-Que la mayoría de las personas que se han ahogado deberían haber estado amparadas por la legislación y los tratados de protección internacionales suscritos por los países de la Unión Europea. Ante la imposibilidad de cursar cualquier tipo de solicitud, se ven obligadas a arrojarse al mar para, una vez llegadas a Europa, tratar de conseguir este reconocimiento.
-Que la UE ha renunciado a su orientación más humanitaria y respetuosa con los Derechos Humanos para darle, en cambio, una orientación bélica a todo lo que tiene que ver con las migraciones. La mayor responsable de este enfoque es la Agencia Frontex. La Agencia entiende el intento de acceso de las personas como un “riesgo” de violación de las Fronteras. Se dedican millones de euros a sufragar tecnología militar de vigilancia y, en cambio, no se destina ninguna medida al salvamento de personas.
-Recordamos que la Agencia Frontex ha pasado de tener un presupuesto anual de 5 millones de euros en su origen (2004) a más de 80 millones por año en 2015. El Estado Español destinó en el último lustro casi 290 millones de euros a sellar las fronteras españolas y menos de 10 millones a la acogida de refugiados, una de las ratios más desiguales de la Unión Europea. También ha pagado 50 millones de euros a Marruecos para que construya una nueva valla de concertinas. No faltan recursos, sino voluntad política.
-Que la tecnología de Frontex es capaz de localizar las embarcaciones, pero resulta absolutamente incapaz de salvar a las personas. Por prioridades políticas, se invierte el dinero en el control de personas pero no en su salvamento.
-Que el Ministro de Interior, Fernández Díaz, es responsable directo de legitimar estas muertes, pues considera que salvar vidas en el Mediterráneo puede generar un efecto llamada. El verdadero efecto llamada no es Salvamento Marítimo. Más bien estamos ante un efecto directo de expulsión, consecuencia de las políticas Europeas en África. Afirmaciones como las del Ministro deberían tener consecuencias legales.
-Exigimos a las autoridades poner de inmediato todos los medios necesarios para rescatar a quienes corren peligro de naufragio. Recordemos que la labor desplegada en este sentido por Italia, fue criticada desde la UE, que impuso una alternativa, la operación de vigilancia de fronteras Tritón, coordinada por Frontex, con escasos medios y limitada a las costas europeas, librando a su suerte a quienes naufragaban en alta mar. Eso tiene un nombre: política criminal.
-Exigimos la inversión en un programa europeo de salvamento marítimo acorde a la envergadura del problema, paralela a una reducción de la financiación de programas, operaciones y tecnologías que militarizan la frontera.
-Exigimos un cambio radical en la concesión de visados de acceso en los países de origen. Exigimos la supresión del reglamento Dublín III, de una profunda insolidaridad comunitaria y contraria al espíritu del derecho de asilo.
-Exigimos, en definitiva, un cambio radical de las políticas de cierre de fronteras y convertir el Mediterráneo no en la mayor fosa común del mundo como actualmente es sino en un espacio de libre circulación de personas.

NO MÁS MUERTES EN LAS FRONTERAS.
PAREMOS EL GENOCIDIO EN EL MEDITERRÁNEO.
NO AL NEGOCIO DE LAS FRONTERAS.
NO MÁS MUERTES EN EL MEDITERRÁNEO


                                         Lavapiés Abril 2015

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