lunes, 27 de agosto de 2018

Clausura del ciclo de Cine "Lavapiés, Quien te ha visto y quien te ve"



El pasado 25 de Agosto  terminó el ciclo de cine de verano"Quien te ha visto v quien te ve",  organizado por el Museo Reina Sofia y colectivos sociales del barrio. Lo  hizo con la película  El Destino, que tuve la suerte de  presentar.   

AL Massir,( El Destino) , es una co-producción franco- egipcia del año 1977, dirigida por Youssef Chahine que constituye un  canto a la libertad y a la honradez intelectual y vital frente toda forma de fanatismo y corrupción. Un  alegato al libre pensamiento y a la libre creación contra toda forma de fundamentalismo y estrechez mental. Una película que aboga por el diálogo, la amistad entre diferentes y el amor a la filosofía, entendida ésta como un permanente acto de resistencia a que el poder y sus intereses piensen por nosotras y decidan nuestro destino. 

El Destino ha sido premiada en números ocasiones y constituye una crítica demoledora a la violencia integrista, y sus estrategias manipulativas en el contexto de la sociedad egipcia del momento, cuyas consecuencias el propio director conoció en carne propia, viéndose obligado al exilio o en el atentado que sufrió su gran amigo el escritor Naguib Mahfud (1977) 

Por contraste, la película  es un canto a la vida, a la alegría y a la libertad. Empieza con una hoguera en Francia, en Languedoc donde es condenado Gerard Breuill por traducir las obras del gran filósofo andalusí Averroes y termina con otra hoguera en Córdoba donde el propio Averroes, obligado al exilio abandona la ciudad con toda su familia contemplando como toda su obra es quemada. 

Pero pese a la aparente victoria de la sin razón del poder, sumergidamente acontece otra historia, la de aquellos y aquellas que se organizan clandestina y comunitariamente por el poder de sus sueños, convencidos como dice uno de los personajes,  que las ideas tiene alas y nadie pude detener su vuelo 

La película tiene también el acierto de ser una tragicomedia de aventuras con números musicales incluidos, lo cual no desdice la profundidad de la temática abordada, sino que por el contrario la hace más fácilmente asimilable. La música y la danza, la libertad de los cuerpos diversos al hacerlo aparecen presentados en la película como un antídoto frente a los fundamentalismos. 

La comunidad gitana que es quien los lidera y sobre todo los personajes femeninos en ella, consiguen que experimentemos que cantar y bailar en común es un acto de resistencia, como dice Manuela una de las protagonistas femeninas “hasta que tu sueño se enrede con el mío “.

Ver El Destino desde la perspectiva de la diversidad de personas y culturas que convivimos en Lavapiés, en un barrio que resistió al 11 M , que se enfrenta cada día a la especulación inmobiliaria y la turistificacion, que no olvida la muerte de mantero Mamey Mbaye a consecuencia de un acoso policial en el que no le aguantó el corazón. Ver El Destino, insisto, en el contexto de una leyes que criminaliza las migraciones y demonizan a los y las diferentes nos confirma a los movimientos sociales y a los vecinos y vecinas del barrio que tenemos que entrecruzarnos, más que nunca frente a la sombra de la intolerancia y las nuevas formas de fascismos que nos amenazan. 


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