miércoles, 30 de abril de 2025

En memoria de Marisa Noriega Cándano


Hace unos días nos ha dejado nuestra querida compaña mexicana y mujer excepcional Marisa Noriega, co-fundadora con su amiga entrañable Andrea González, entre otras muchas cosas de la comunidad virtual Tras las huellas de Sophia.Tuvimos la suerte de celebrar y compartir con ella su vida, hace unos meses. 

Comparto el texto sobre la alegría que hice para ella.


Gracias Marisa por tanto.
                                                                            -------

La alegría es una de las formas de presencia de la divinidad 

como flujo transformador y energizante en nosotras.

La alegría de estar juntas hoy,

de celebrar no solo la vida, que somos y tenemos,

sino la vida plena que aspiramos,

La alegría de la sororidad y el compañerismo entre nosotras.

Una alegría que viene de atrás, que tiene ancestras , que nos unen , nos preceden, nos reconcilian    

Y nos habitan para seguir alumbrando la transformación de la vida, con toda su intemperie,

en una fiesta popular sin primeras ni últimas.

La alegría, como dice la canción mexicana, de coincidir,

más allá de la raza, la clase, la  edad,  el lugar de nacimiento

La alegría insobornable,

abrazada siempre a la experiencia del sentido y del misterio

en el que somos nos movemos y existimos,

que no nos soluciona nada , pero nos sostiene método,

que es misterio, hogar y matria,


La alegría resiliente de saber que en la vida es mezcla, 

risa y llanto, principio y fin ,

 regeneración constante, pérdida y ganancia,

y por tanto confiadas hasta el  extremo 

que nada nadie podrá quitarnos nuestra alegría

La alegría querida Marisa, 

de  sentirnos convocadas para agradecer tu vida 

generosa y multiplicada en tantos encuentros,

en tanto proyectos, en tantas rebeldías,

en tantos abrazos y sabiduría compartida    

La alegría de saber que seguimos y seguiremos haciendo camino de sororidad juntas

Hasta que la igualdad, y la felicidad de las mujeres, sean costumbre 

  

LA ESPERANZA Y EL SOPLO DEL DON ( Alandar Abril 2015)

Amanezco esta mañana de Pascua con una convicción profunda en medio del panorama de políticas de la crueldad que actualmente gobierna el mundo: La esperanza no es creer que el mundo tiene arreglo, sino que tiene sentido luchar para que lo tenga, o lo que es lo mismo, la esperanza no es la convicción de que las cosas saldrán bien, sino la certidumbre de que algo tiene sentido, sin importar el resultado final (Vaclav Havel).Me lo evocan esta mañana las mujeres miròforas, que aun cuando todavía era oscuro, se pusieron en camino hacia el sepulcro (Jn 20. 1-9). Mientras el genocidio de Palestina sigue aconteciendo y los cuerpos de las mujeres congoleñas quemados vivos y convertidos en arma de guerra, cuesta creer lo que hace años proclamó Rhaner: La esperanza ama la tierra. ¿Qué esperanza nos anuncia entonces el Resucitado?.

En estos días de Semana Santa me ha estado acompañando un magnífico libro “El soplo del don” del hermano Christophe, uno de los monjes de Thibirine asesinados en Argelia en la década de los 90. De entre sus páginas destaco este texto que me ha resultado especialmente evocador: Jesús ha entrado hasta el fondo, en la miseria del ser humano, en Dios. Eso es lo que significa la entrada en el seno del Padre. Desde entonces toda situación aparente de lejanía de Dios está presente en el rostro de Cristo abandonado, y en ese rostro, la atestación de la incomprensible proximidad de Dios. Paradójicamente cuanto más lejano más presente está ahí. No tenemos ni idea de hasta donde ha ido él. No hay decaimiento ni abandono que no haya experimentado y del que no haya hecho, por su presencia lugar de la proximidad de Dios” (23/4/1995).

La raíz última de nuestra esperanza pascual creo que se fundamenta en esa proximidad. La esperanza no depende entonces de los datos de la realidad, sino que es más bien la realidad la que depende de nuestra esperanza. La esperanza que brota de la mañana de Pascua es una esperanza enlutada, que no es ingenua, ni romántica, sino que emerge de un cuerpo partido y repartido no para legitimar las cruces del mundo, sino para ponerse en el lugar de los crucificados y crucificadas y acabar con ellas. Por eso la esperanza pascual no es un principio, es ejercicio. Es la práctica de la primacía del amor y la dignidad de la persona por encima de toda legalidad, política o religiosa que la vulnere. Porque es en la projimidad y especialmente en las más vulnerada donde se nos revela el misterio y el escándalo de lo más humano y lo más divino, o dicho en el lenguaje religioso más clásico, el Dios mayor se hace menor. La dimensión más trascendente de la vida se nos revela en lo más ínfimo, en lo más ordinario y vulnerado, si nos atrevemos a contemplar la realidad desde su hondura, perforándola al modo de los zahories expertos en encontrar manantiales de vida ocultos en los aparentes desiertos personales y sociales de la historia.

Decía también la filósofa malagueña María Zambrano[1], exiliada durante más de 45 años en América Latina y Francia y cuya hermana, Araceli, fue detenida y torturada por la Gestapo, gravemente enferma desde entonces, que la esperanza es aliada de la fe, es el fondo último de la vida misma. Se alza como un puente sobre toda situación sin salida. Marca el camino señalando siempre otra orilla (…) la esperanza como un puente une caminos que sin él no conducirían sino a un abismo o un lugar intransitable. Se manifiesta a menudo desasida, sin agarre, sin razones, pero con capacidad de sostener la vida de quien la experimenta, convirtiéndose así en la sustancia de la vida de quienes a menudo todo lo han perdido (…) Crece en los pueblos oprimidos y en quienes viven el desamparo, tomando la forma de la resistencia, generación tras generación, mientras Occidente permanece encerrado y aislado en su angustia sin horizonte y en el uso de una inteligencia que pretende regir la realidad sin entrar en contacto con el sufrimiento y la fragilidad, e ignorando que lo más importante de la vida se recibe (…)

Subrayo de su reflexión dos cuestiones que me interesan especialmente: la primera se refiere a la paradoja de que las situaciones límites, ya sean sociales o existenciales son ecosistemas propicios a la esperanza y en ellas desarrolla su capacidad de abrir caminos en realidades intransitables. O, dicho de otro modo, las periferias como trincheras de esperanza. La segunda, es que la esperanza es un don que se recibe. Porque el Dios de Jesús camina con nosotras historia adentro sin apearse de ella y sin abandonarnos por densos y oscuros que sean los acontecimientos que atravesemos. Por eso no se trata tanto de llevar la esperanza, como si fuéramos sus poseedoras como de acogerla, como un don que recibimos en la hondura y la gratuidad del corazón y en la proximidad con quienes transitan las periferias humanas, sociales o existenciales.

La esperanza resulta entonces algo así como la dinamo de los pueblos, el principio dinámico que moviliza interna y externamente personas y comunidades y lo hace desde abajo y desde adentro. Porque la comunidad y su inteligencia colectiva son parteras de creatividad y horizonte común, habita tercamente el corazón humano, que es el lugar donde anidan los deseos más profundos. Por ello acoger y alentar la esperanza pascual requiere también un encargo: Cuidar el soplo del don, como diría el hermano Chistophe, o dicho en el lenguaje bíblico del Libro de los Proverbios cuidar el corazón porque en él están las fuentes de la vida, las fuentes de la esperanza (Prov 4,23). ¿Nos ponemos a ello?



Pepa Torres Pérez




[1] María Zambrano, Los bienaventurados, Alianza Editorial, Madrid, 2022, pág. 132- 135

sábado, 26 de abril de 2025

EL LEGADO DE FRANCISCO QUE ESTAMOS URGIDAS Y URGIDOS A CONTINUAR (1)

 

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Una iglesia pobre y para los pobres  

( EG 202, 198) 

Francisco en su discurso de recepción del pontificado se presentó a sí mismo como alguien venido del fin del mundo, un lugar rebelde en su memoria y en sus luchas ante las dictaduras políticas y económicas. Buen conocedor de las Villas miserias, en ellas se dejó tocar por la teología del pueblo y por quienes las habitan. Con ellos compartió dificultades y anhelos que han hecho de él un papa reformador y rebelde ante la barbarie y la complicidad con la violación de los derechos humanos y sociales y los derechos de la tierra. Su propuesta pastoral está travesada por la dimensión social y ecológica del evangelio y sus repercusiones en la convivencia cotidiana y en la vida ciudadana Así ha sabido traducir la misericordia en amor político y compromiso con el cuidado de la casa común.

   El amor lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo es también civil y político y se manifiesta en           todas las acciones que procuran construir un mundo mejor. El amor a la sociedad y el compromiso       por el bien común son una forma excelente de la caridad que no sólo afecta a las relaciones entre           los  individuos, sino a las macro-relaciones, como a las relaciones sociales económicas y políticas       (…) El  amor social es la clave de un auténtico desarrollo ( …) y ha de ser la norma constante y           suprema a de  la acción (…) El amor social nos mueve a pensar en grandes estrategias que detengan    eficazmente la degradación ambiental y alienten una cultura del cuidado que impregnen toda la            sociedad (LS 231)

Como buen conocedor de la Teología del pueblo ha sabido recuperar y actualizar lo mejor nuestra doctrina social y patrística. Los pobres son la Carne de Cristo y escuchar su clamor es escuchar el clamor de la justicia y el reino que nos reclama. Un reclamo que no es para unas minorías especializadas, sino para todo el pueblo de Dios y al que hemos de responder con todas nuestras fuerzas (EG 180,181, 201). Por eso la opción por los empobrecidos y empobrecidas (descartables) ha de atravesar la vida de todo creyente y el corazón de toda la iglesia. Francisco ha subrayado en toda su doctrina el vínculo intrínseco entre Cristo y los pobres hasta el punto, como escribió en Evangelii Gaudium, que el camino de nuestra redención está signado por ello (EG 198, 197). Pero en la doctrina y la praxis pastoral de Francisco los pobres son mucho más que “objeto” de la opción de la iglesia. Son sobre todo vicarios de Cristo y sujeto eclesial, con capacidad de agencia, que reclaman una iglesia pobre para los pobres ( EG 198), porque como señaló en el Primer Encuentro con las organizaciones Populares [1]

¡Los pobres no sólo padecen la injusticia, sino que luchan contra ella! (…) Tampoco están esperando de brazos cruzados la ayuda de las ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o si llegan de tal manera que van en una dimensión de anestesiar o domesticar. (…) los pobres ya no esperan y quieren ser protagonistas, se organizan, estudian, trabajan, reclaman….

De esta concepción activa y dinámica de los pobres se deriva la relación entre inculturación y justicia, como uno de sus acentos pastorales más importantes en su teología desde y para las periferias. Para Francisco la opción por el pobre para ser evangélica ha de hacerse desde sus propios contextos y culturas, respetando su modo propio de ser para reconocerlo afectiva y efectivamente como sujeto de un proceso histórico de desarrollo y de liberación (EG 202-208). De ahí la novedad radical de los encuentros del papa Francisco con las organizaciones populares, algo insólito en la historia del papado. En ellos se acentúan elementos inéditos en relación con anteriores pontificados

-El reconocimiento del derecho al techo, la tierra y el trabajo como derechos sagrados en cuya defensa los cristianos y cristinas no podemos ser indiferentes

-La apuesta por los procesos de participación para revitalizar las democracias desde abajo y ser sembradores de cambios priorizando generar procesos más que ocupar espacios.

-La defensa del bien común y la solidaridad entendida en términos de comunidad de dar prioridad a la vida de todos y todas, por encima de la apropiación de los bienes por parte de algunos (EG 189) y el compromiso como comunidades cristianas c
on los cambios estructurales que esto plantea.

-Fomentar un pensamiento crítico y una práctica resiliente ante las estrategias de contención y domesticación de las luchas de los pobres que desde las políticas asistencialistas buscan anestesiar y pasivizar.

-Impulsar prácticas alternativas que rompan con la lógica excluyente con la que capitalismo neoliberal coloniza nuestras conciencias y su axioma de que no todas las vidas valen lo mismo

-Denunciar la cultura del descarte, la dictadura de la economía sin rostro, el sálvese quien pueda, la globalización de la indiferencia como formas de individualismo salvaje, y la divinización del dinero como el más peligroso de todos los terrorismos que amenazan actualmente la vida:

¿Quién gobierna entonces? El dinero ¿Cómo gobierna? Con el látigo del miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que engendra más y más violencia en una espiral descendente que parece no acabar jamás. ¡Cuánto dolor y cuánto miedo! Hay -lo dije hace poco-, hay un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera. De ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de estado y lo que erróneamente algunos llaman terrorismo étnico o religioso, pero ningún pueblo, ninguna religión es terrorista. Es cierto, hay pequeños grupos fundamentalistas en todos lados. Pero el terrorismo empieza cuando «has desechado la maravilla de la creación, el hombre y la mujer, y has puesto allí el dinero». Ese sistema es terrorista.[2]

El legado de Francisco nos insta a una pastoral crítica y “en salida”. Una pastoral también de noes A menudo Los cristianos y cristianas hemos sido más educados en la sumisión al poder y al orden establecido que la desobediencia evangélica, más en el valor del sí, que en el del no, pero el sí, para ser es evangélico ha de estar cargado de noes, como así fue en la vida de Jesús.

Por eso Francisco es también el papa de los noes:

-No a una economía de la exclusión y de la inequidad (EG 53). Por los costes humanos y ecológicos que conlleva y porque nos hace incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros. En este sentido las personas migrantes y refugiadas han sido para Francisco un icono de esta globalización de la indiferencia, a la que la iglesia no podemos volver la espalda, sino practicar la gramática de la solidaridad, es decir: acoger, promover, integrar y luchar contra toda forma de racismo o xenofobia [3]

-No a la nueva idolatría del dinero y la economía sin rostro que diviniza lo mercados y legitima la cultura del descarte, el expolio de la tierra, la corrupción y el fraude fiscal (EG 55-56)

-No a un dinero que gobierna en lugar de servir, y olvida que “No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida” (EG 57)

-No a la inequidad que genera violencia (EG59) porque cualquier reclamo de seguridad será inútil porque hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad. Es imposible la convivencia pacífica sin justicia (EG 74)

Francisco nos ha dejado muchos caminos abiertos que hemos de seguir recorriendo en fidelidad creativa.
Quizás en lo que se refiere al reconocimiento del papel de las mujeres en la iglesia y a ampliar los espacios para una presencia más incisiva en lugares de toma de decisiones, sus aportaciones han sido más bien tímidas, pero inmensamente valientes, dado todas las hostilidades y resistencias con que se ha encontrado. Francisco ha sido muy sensible a la realidad de las mujeres en lo que se refiere fiere a la cuestión social (feminización de la pobreza, violencia, tarta) pero mucho menos en las cuestiones emancipatorias. 

Pese a ello, durante su pontificado es la primera vez que se identifica el patriarcado como causa del origen de la violencia contra las mujeres , o la única vez en la historia de la iglesia que las mujeres han podio tener no solo voz, sino también voto en un Sínodo y ser reconocidas como consultoras y asesoras, además de ocupar puestos de responsabilidad y toma de decisiones en el Vaticano. Es cierto que nos queda aún mucho por camino por andar hasta que los anhelos profundos de muchas mujeres que reclaman la comunidad de iguales y el pleno acceso a los ministerios, más allá de la división sexual de roles y mandatos de género[4] puedan ir haciéndose realidad, pero el camino esta abierto y el Evangelio sigue retándonos a ello. Gracias, papa Francisco, seguiremos alentando la iglesia en salida, hasta que la igualdad sea costumbre.

 







[1] Discurso de clausura del I Encuentro con Organizaciones populares, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/october/documents/papa-


[2] Discurso de clausura del III Encuentro con Organizaciones populares http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/november/documents/papa-


[3] Mensaje del papa Francisco para la jornada mundial del migrante y del refugiado 2018 http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/migration/documents/papa-


[4] Para profundizar en este tema es muy recomendable la lectura de Silvia Martínez Cano, “ Mujeres creyentes, culturas e Iglesias: Reformas para comunidades católicas vinas y en acción”, ESWTR 25 (2017), 203-2018.

miércoles, 23 de abril de 2025

Día del libro: LIBROS RECOMENDADOS:

El poder de las Madres, de Fátima Ouassak (Capitán Swing, Madrid, 2024). En este ensayo su autora divulga y profundiza en las causas que dan lugar a la lucha y la autoorganización de las mujeres migrantes en las periferias francesas, frente al racismo y la violencia estructural y policial que sufren sus hijos. Inspirándose en las “locas” de la Plaza de Mayo (Argentina) pasando por las “locas de la Plaza de Vendome” (Marsella), hasta el actual “Frente de Madres” ( Seine- Saint Denis) hace un recorrido por sus reivindicaciones y propuestas para acabar con el sistema discriminatorio en la educación y la reducción del campo de posibilidades de sus hijas e hijas como ciudadanos de segunda, sin otro futuro que la precariedad, la explotación laboral, los prejuicios y la violencia racista en sus múltiples formas. De este modo las madres migrantes de estas periferias se están convirtiendo en un nuevo sujeto revolucionario en el panorama de las luchas y los movimientos en el el país vecino.

Ausencias y extravíos, de Yayo Herrero (Escritos Contextatarios, Madrid, 2022) Lectura imprescindible para confirmarnos en la necesidad de la opción ecofeminista como única alternativa de vida posible y hacernos conscientes que el ser humano se ha desenganchado de la gravedad terrestre y de la corporalidad misma como nudo en el que se cruzan todos los mundos posibles, cayendo de este modo en ausencias y extravíos mortíferos para la sostenibilidad de la vida. Un libro al puro estilo genuino de Yayo Herrero, siempre propositiva y señalando alternativas: Responsabilidad y esperanza activa contra los monstruos del desamor.


Más adentro, de Laura Casielles
(Letarversal, Madrid 2025). Este maravilloso libro de poesía, es, como dice su autora, un viaje por la tierra de más adentro. Sus poemas hablan de amor y de heridas, de frustración y de asombro, de enfado y de belleza. Tratan de todo lo que somos, pero se aplasta con inercias y silencios y que reconocemos en la hondura siempre provocadora de esta joven a la vez que madura peta y activista de la vida y la belleza, que es Laura Casielles.

domingo, 20 de abril de 2025

Otra Pascua bajo genocidio en Palestina




En la madrugada del domingo 13 de abril, cuando el calendario cristiano marcaba el inicio de la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos –para la que también se habían estado preparando las dos comunidades cristianas que existen en la ciudad de Gaza: la parroquia católica de la Sagrada Familia y la iglesia ortodoxa de San Porfirio (una de las tres más antiguas del mundo)–, las fuerzas israelíes bombardearon –por quinta vez– y destruyeron gran parte del hospital Bautista Al Ahli, perteneciente a la Iglesia Anglicana de Jerusalén.[1]

Este pequeño hospital era el último que quedaba funcionando –a duras penas, debido al bloqueo total impuesto por Israel a la entrada de insumos– para atender a un millón de personas en el norte de Gaza, tras la destrucción del Complejo Médico Al Shifa y otros hospitales vecinos, como el pediátrico Kamal Adwan. Al personal y pacientes del hospital se les dio 20 minutos para evacuarlo antes de bombardearlo, lo cual generó caos y pánico, dejó a la gente literalmente a la intemperie entre las ruinas y causó la muerte de un niño de 12 años (y se espera que muchas otras le seguirán). «Había cuerpos mutilados, niñas y niños (juro que eran niños) con las manos desgarradas y amputadas», dijo Zeinat al-Jundi (56), quien estaba cuidando a su esposo que perdió ambas piernas en el ataque aéreo de la semana anterior en el barrio Shuja’iyya, y afirmó que todas las personas internadas allí habían sido heridas en ese ataque. «Había más de 10 niñas y niños heridos en la sala. Todos sangraban. Quienes pudieron levantarse y salir, se fueron. Algunos arrastraron las camas con sus pacientes hasta la calle, y otros como yo no podían moverse; yo no podía cargar a mi marido y sacarlo del hospital, así que esperé la muerte junto a él.»

Al Ahli fue el primer hospital de Gaza –de los 30 que vendrían después– en ser bombardeado el 17 de octubre de 2023, igual que la iglesia anglicana contigua de San Felipe. Más de 400 personas (personal, pacientes, familias refugiadas en el predio) murieron en el ataque y centenares más quedaron heridas. El pretexto de Israel entonces y ahora es siempre el mismo: Hamás utiliza los hospitales como base para sus operaciones militares; pero nunca ha proporcionado pruebas fehacientes, el personal médico internacional voluntario en Gaza desmiente esa versión, y todo el mundo sabe ya que es simplemente una excusa para no confesar su verdadero propósito: exterminar a la población de Gaza y destruir también el sistema de salud para que no se pueda atender a las personas enfermas o heridas por los constantes bombardeos.

Doblemente invisibles e ignoradas

Si en general la comunidad cristiana palestina es incomprendida y olvidada por las iglesias de Occidente, mucho más aún lo es la pequeña comunidad cristiana de Gaza, que antes del 7.10.23 tenía alrededor de mil integrantes. Tras los bombardeos israelíes de octubre de 2023 que destruyeron instalaciones de ambas iglesias convertidas en refugio –a sólo 300 metros del hospital Bautista– y causaron la muerte de una veintena de feligreses, varias familias lograron salir de Gaza. Hoy se calcula que la comunidad cristiana local no tiene más de 700 integrantes. Todas están nucleadas en torno a ambas iglesias en la ciudad de Gaza, es decir, en el norte. Su sobrevivencia depende enteramente del dinero que envían instituciones cristianas de Cisjordania y del exterior, incluyendo muchas familias gazatíes de la diáspora. En la Navidad pasada, el Patriarca latino (obispo católico) de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, fue autorizado a visitar Gaza para llevar un mensaje de «esperanza y resiliencia» de las comunidades cristianas del resto de Palestina, conocer las necesidades locales y coordinar iniciativas de ayuda humanitaria. Un gesto que también ha sido apreciado por la comunidad católica de Gaza fue la decisión del Papa Francisco de comunicarse telefónicamente todos los días a la hora 19 con su compatriota, el párroco Gabriel Romanelli, para saber cómo están y transmitirles su apoyo espiritual.

En toda Palestina la población cristiana está en peligro de desaparición debido a la emigración constante, que se inició en 1948 durante la Nakba y se profundizó en las décadas siguientes, especialmente en la Naksa de 1967 y otras crisis posteriores. La propaganda de Israel y sus aliados en Occidente atribuye esa emigración a la persecución musulmana, pero las comunidades cristianas desmienten ese relato falaz e insisten en que la causa principal es la imposibilidad de tener un futuro y una vida normales debido a la ocupación colonial y el apartheid, que les afecta como a todo el resto del pueblo palestino. Hoy la gran mayoría de la población cristiana vive en la diáspora, desde Jordania hasta Chile o EEUU. Actualmente se estima que quedan unas 200.000 personas cristianas autóctonas en toda la Palestina histórica, lo cual representa menos del 2% de la población.

Un llamado palestino a cambiar el rumbo

Las comunidades cristianas de Palestina piden que las iglesias de Occidente recuerden que en esa Tierra Santa donde nació el cristianismo, en el corazón del llamado Medio Oriente y del mundo árabe, existe una comunidad cristiana árabe autóctona, que se considera a sí misma heredera directa del movimiento iniciado por Jesús de Nazaret, y es por lo tanto la más antigua del mundo, pero también la más olvidada e incomprendida. Muy pocos cristianos en Occidente re/conocen la existencia de estas comunidades autóctonas que son parte integral del pueblo palestino, y menos aún tienen contacto con ellas. De hecho, esas comunidades han expresado su frustración porque cada año miles de peregrinaciones de todo el mundo visitan Tierra Santa para conocer los lugares sagrados de hace 2000 años, pero no muestran interés por escuchar cómo viven en el siglo XXI las “piedras vivientes” y cómo les afecta la opresión israelí.[2]

La indiferencia y el silencio de las iglesias de Occidente respecto a sus hermanas de Palestina no puede escudarse en el desconocimiento de la situación, porque instituciones y movimientos cristianos palestinos han emitido periódica y reiteradamente documentos y llamamientos –a menudo urgentes y desesperados en coyunturas críticas– exhortando a las iglesias del mundo a alzar la voz y a tomar medidas efectivas de solidaridad con el pueblo palestino y sus comunidades cristianas.

El movimiento ecuménico Kairós Palestina[3] ha liderado la mayoría de estas iniciativas, que suelen ir acompañadas por la Escuela Bíblica de Belén, el proyecto Cristo en el Checkpoint, la Universidad Dar Al Kalima (Belén), el Centro ecuménico Sabeel de teología de la liberación palestina (Jerusalén) y varias instituciones más nucleadas en la Coalición Nacional de Organizaciones Cristianas de Palestina (NCCOP). En sus declaraciones han pedido a las iglesias de Occidente que presionen a sus gobiernos para que rompan relaciones de complicidad con Israel, incluyendo sanciones, ruptura de relaciones diplomáticas, suspensión de proyectos de cooperación, retiro de inversiones en empresas y bancos israelíes o internacionales que lucran con el statu quo, cortar el suministro de armas y el apoyo financiero que sostienen al régimen colonial de apartheid y genocidio.

Desde que Israel desató su operación genocida sobre Gaza, las declaraciones y llamados se han intensificado. En octubre de 2023, el documento: Una llamada al arrepentimiento: Carta abierta de las y los cristianos palestinos a los líderes de las iglesias y teólogos/as de Occidente increpó duramente a quienes legitiman la violencia israelí, usan la Biblia para justificar el genocidio y muestran un intolerable doble rasero al compadecerse sólo de las víctimas israelíes del 7.10.23, mientras ignoran las decenas de miles de víctimas palestinas del genocidio. El documento interpela a las personas e iglesias occidentales que apoyan acríticamente a Israel pero «ignoran el contexto más amplio y las causas profundas de esta guerra: la opresión sistémica del pueblo palestino por parte de Israel durante 75 años desde la Nakba, la continua limpieza étnica de Palestina y la ocupación militar opresiva y racista que constituye el crimen de apartheid», así como el cruel bloqueo de 17 años que convirtió a Gaza en una prisión a cielo abierto, y hoy en un campo de exterminio.

El teólogo y pastor luterano Munther Isaac ha sido una de las voces palestinas que se han alzado con más fuerza para cuestionar el silencio o la complicidad de las iglesias occidentales ante el genocidio. Alcanzó notoriedad en diciembre de 2023, cuando en su templo de Belén colocó la imagen del niño Jesús sobre un pesebre de escombros; sus palabras proféticas “Cristo entre los escombros” dieron la vuelta al mundo y luego se convirtieron en un libro del mismo nombre. Organizaciones cristianas solidarias de EEUU organizaron en 2024 y 2025 extensas giras de Isaac por todo el país para presentar el libro y hacer que su poderoso mensaje: “El silencio es complicidad[4] continúe interpelando y abriendo conciencias.

Estas críticas y llamamientos palestinos a la conversión y el arrepentimiento van dirigidas especialmente a las iglesias e instituciones que profesan el sionismo cristiano, que si bien en EEUU cuenta con 10 millones de integrantes y constituye un lobby poderoso, está presente en todo el planeta, y no sólo en el mundo evangélico.[5]


Mensajes desde el genocidio y la limpieza étnica

Este año las comunidades palestinas vivirán otra Pascua en condiciones más extremas e inhumanas que el año pasado, pues tanto el genocidio como la limpieza étnica y la violencia se han agravado dramáticamente. En Gaza la destrucción es total, pero Israel continúa bombardeando a una población exhausta y agonizante (la mitad de ella son un millón de niñas y niños), y desde hace más de un mes ha prohibido por completo la entrada de alimentos, agua potable, insumos médicos, combustible, carpas y abrigo. En estos 18 meses de ataque sobre Gaza, Israel batió todos los récords históricos de población civil, periodistas, personal de salud y de la ONU asesinados[6], y de niñas y niños muertos, huérfanos, desaparecidas o con amputaciones. Las muertes documentadas superan las 52.000 y se estiman más de 15.000 bajo los escombros; la tercera parte son niñas y niños. Decenas de personas son asesinadas a diario por los bombardeos o los francotiradores, y aún no se puede estimar la cantidad que están muriendo por falta de asistencia humanitaria básica para sobrevivir. A su vez, más de 9.000 personas detenidas son sometidas a formas horribles de tortura y condiciones inhumanas en las prisiones israelíes.[7]

En este tiempo de pasión, muerte y resurrección, nos llegan mensajes desde Palestina:

Bajo el título “Una voz por la justicia desde Jerusalén”, un grupo ecuménico que reúne a dos obispos eméritos, personas laicas y religiosas cercanas a los jesuitas y a la antigua Comisión Justicia y Paz católica denuncian la silenciosa limpieza étnica que Israel lleva a cabo en Cisjordania («el mayor desplazamiento forzado de población palestina desde 1967»), donde más de 40.000 personas y comunidades enteras han sido expulsadas de sus tierras y hogares por los ataques de soldados y colonos israelíes armados.

Evocando la parábola del buen samaritano, se dirigen a sus hermanos/as en Gaza: «Nos negamos a pasar de largo. No sólo no les olvidamos, sino que les comprometemos nuestra solidaridad. Les llevamos en nuestras oraciones. Lloramos con ustedes. Tratamos de hacer oír sus gritos en un mundo que necesita ser sacudido de su autocomplacencia.» También se dirigen «A quienes en todo el mundo ven nuestras heridas, pero no hablan (…) Tal vez aún esperan, con su silencio, que alguien en el camino se detenga para ayudar. Pero ya debería ser evidente que nadie se detiene.» Alertan que, con apoyo de Trump, Israel se dispone a terminar de anexar Cisjordania: «El creciente uso de los nombres “Judea y Samaria” (al hablar de Cisjordania ocupada), explotando la terminología bíblica para confundir las realidades políticas actuales, pone de manifiesto el deseo de borrar del mapa a Palestina y a sus habitantes, alegando que no existimos. Ahora es el momento de insistir en que el pueblo palestino tiene derecho a vivir en su patria, y de unirse a quienes en todo el mundo demandan igualdad, justicia y paz para palestinos/as e israelíes por igual.»

Por último, se dirigen a las personas judías y cristianas (sionistas) «a quienes se les ha hecho creer que Dios quiere que Israel se anexione nuestra patria» para recordarles que «todas las personas, palestinas e israelíes, han sido creadas a imagen y semejanza de Dios», y que la población palestina es «su prójimo». «El mandamiento inviolable de la palabra de Dios que compartimos es éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18, Mateo 22:39, Marcos 12:31, Lucas 10:27, Romanos 13:9). Expulsar al pueblo palestino de su tierra natal no es sólo un acto de violencia: es un sacrilegio.»

Por su parte, Kairós Palestina dio a conocer como cada año su mensaje de Pascua. En él afirma que «las y los cristianos palestinos nos encontramos en una encrucijada que determinará si nuestra presencia en la tierra donde Cristo nació, fue crucificado y resucitó perdurará o se esfumará en la historia. Las amenazas a las que nos enfrentamos como parte del pueblo palestino –confiscación de tierras, desplazamiento forzado, agresiones físicas y detenciones violentas, asesinatos selectivos, restricciones de movimiento, estrangulamiento económico y marginación política– han alcanzado un punto crítico.» Y continúa:

«Durante siglos, las y los cristianos palestinos hemos sido las piedras vivas y los guardianes de la fe cristiana en Tierra Santa. Sin embargo, hoy nuestras comunidades están reduciéndose bajo las crueles e implacables políticas y prácticas israelíes destinadas a borrar nuestra presencia. La expansión de las colonias israelíes en Belén, los ataques contra propiedades cristianas armenias en Jerusalén, la apropiación de tierras de la iglesia ortodoxa en Palestina y los planes más generales de anexión amenazan con expulsar a las familias cristianas de su patria.»

«La población cristiana de Gaza, junto a su vecina musulmana, siguen padeciendo un inmenso sufrimiento en esta guerra genocida, soportando asesinatos, mutilaciones y la destrucción de sus hogares; incluso sus lugares de culto han sido bombardeados y dañados. Además, la destrucción de infraestructuras civiles, incluyendo el devastador ataque al Hospital Bautista, ha vuelto la vida insoportable. El número de nuestros hermanos y hermanas ha disminuido hasta tal punto que el futuro del cristianismo en Gaza corre ahora un grave peligro, lo que hace temer que pronto esa comunidad desaparezca por completo.»

El llamado de Kairós dirige mensajes específicos:

- A las iglesias locales: «Que esta Pascua sea el momento en que la unidad de las y los cristianos se traduzca en resistencia colectiva. Nuestras iglesias deben permanecer unidas para defender nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestro futuro. Debemos apoyarnos mutuamente para impedir que continúe la emigración y garantizar que nuestros hijos y nietas puedan seguir celebrando la Pascua en la tierra de la resurrección.»

- Al pueblo palestino, para que busque la unidad por encima de las diferencias políticas y religiosas en este tiempo de crisis, porque la lucha es nacional. Proteger la presencia cristiana es proteger a la propia Palestina, afirman, y exhortan a «que ninguna persona palestina –cristiana o musulmana– se sienta abandonada frente a la ocupación, el apartheid y el desplazamiento forzado.»

- A las iglesias del mundo: «Les instamos a adoptar una postura clara: rechazar la teología racista; desafiar el sionismo cristiano; denunciar las políticas y prácticas israelíes que oprimen al pueblo palestino, incluyendo sus comunidades cristianas; insistir en el cumplimiento de la legislación internacional sobre derechos humanos; exigir que los criminales de guerra rindan cuentas; y comprometerse a emprender acciones concretas para proteger las propiedades y comunidades de las iglesias palestinas.» También exhorta a las iglesias de Estados Unidos a que con palabras y acciones enfrenten a su gobierno que proporciona armas, inteligencia, cobertura diplomática y apoyo cada vez mayor al genocidio y la limpieza étnica.

- A los líderes políticos mundiales, les exigen que terminen con la impunidad de las violaciones israelíes al derecho internacional y garanticen que sus dirigentes rindan cuentas y respeten el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.

- Al Vaticano, al Consejo Mundial de Iglesias y a otros organismos internacionales y ecuménicos, les exhorta a ejercer un liderazgo profético, a pasar de las declaraciones a la acción, a presionar a Israel para que ponga fin a su régimen de ocupación colonial y de apartheid, y a hacer esfuerzos serios para preservar a las comunidades cristianas en Palestina.

Sin olvidar unas palabras de agradecimiento a las numerosas iglesias, personas e instituciones cristianas que han alzado la voz, han manifestado su solidaridad y han hecho incidencia ante sus gobiernos, el mensaje concluye:

«La Pascua no es solo la victoria de Cristo sobre la muerte. Es el triunfo de la verdad sobre la opresión, de la justicia sobre la injusticia. Hagamos que esta Pascua no sea de luto, sino de movilización. Que sea el momento en que las personas cristianas y musulmanas palestinas, junto con nuestros aliados en todo el mundo, declaremos que no permitiremos que nos roben nuestra historia, nuestra fe y nuestra tierra. Esta Pascua, comprometámonos a garantizar que no sea la última Pascua con una vibrante presencia cristiana en Palestina. ¡Cristo ha resucitado! ¡Palestina resucitará!»



María Landi








[1] El arzobispo anglicano de Jerusalén Hosam Naoum emitió una fuerte condena a la agresión, a la que se sumaron la Iglesia Luterana, la Latina (Católica) y otras.




[2] Frente al turismo religioso controlado en un 85% por las agencias israelíes, algunas iniciativas palestinas ofrecen una propuesta alternativa: visitar Tierra Santa con agencias, itinerarios, hoteles y gastronomía palestinas y encontrarse con las comunidades e iglesias locales.


[3] Este movimiento ecuménico palestino se basa en el documento Kairós Palestina: Un momento de verdad. Una palabra de fe, esperanza y amor desde el corazón del sufrimiento palestino. Lanzado en 2009, ha sido adoptado y firmado por todas las entidades cristianas palestinas y respaldado por los jefes de las iglesias de Jerusalén. Correo electrónico: kairos@kairospalestine.ps • www.kairospalestine.ps


[4] Pronunciado en la iglesia interdenominacional, interracial e internacional Riverside de Nueva York, en agosto de 2024.


[5] Una prueba de ello es el reciente episodio que una vez más motivó una carta de Kairós Palestina y un llamado abierto a la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., la cual en diciembre de 2024 adoptó el documento “Traduce el odio” elaborado por el Comité Judío Americano (un conocido grupo de lobby pro Israel), que asimila la legítima lucha del pueblo palestino por su liberación con el antisemitismo.


[6] El 23 de marzo pasado, las fuerzas israelíes ejecutaron y arrojaron a una fosa común a 15 trabajadores humanitarios (8 paramédicos de la Media Luna Roja Palestina, 6 socorristas de Defensa Civil y un empleado de la ONU) que iban en ambulancias y camión de bomberos a recoger civiles muertos y heridos en las afueras de Rafah.


[7] Una comisión de investigación de la ONU dio a conocer un informe revelando que Israel utiliza la violencia de género, sexual y reproductiva como arma de exterminio contra la población palestina.

viernes, 11 de abril de 2025

Boletín Cuidándonos

 https://acortar.link/Cuidandonos_abril2025

Desde Senda de Cuidados seguimos  apostando por los cuidados comunitarios y feministas  

Entrevista para una revista norteamericana

https://www.globalsistersreport.org/qas/qa-sr-pepa-torres-serving-lavapi-s-barrio-madrids-migrant-heart 


Una revista norteamericana me ha hecho esta entrevista y con pudor os la comparto. En tiempos de geopolítica de la crueldad lo que no sostienen son las redes y el amor político  

Presentación del libro El carisma profético en la Iglesia de hoy


 Un placer  compartir " conversación" en la presentación del libro  El carisma profético en la iglesia de hoy, de Mónica Díaz.  Gozada de compañeras y compañeros de mesa   

jueves, 10 de abril de 2025

Asómate a las periferias

https://eclesalia.net/2025/04/11/asomate-a-las-periferias/

Un gusto leer este artículo de Mari Paz Santos sobre el Taller  Espiritualidad de las  periferias: Etty Hillesum y los monjes de Thibirine