Ayer 26 de enero, despedimos a mi querida compañera y amiga Conchita Elìo Oficialdégui. Gracias a ella, en gran parte soy quien soy hoy.
Eternamente agradecida y siempre viva en mi memoria y en el corazón de tantas mujeres. Con ella seguimos remando hacia la tierra libre de las mujeres, donde mana la leche y la miel de la justicia de género y la sororidad. REMAMOS juntas, por el pan y por las rosas
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