La lectura del Informe Foessa es la radiografía de una sociedad cada vez más desvinculada que avanza hacia la incertidumbre de la sostenibilidad donde la exclusiòn social y la desigualdad han pasado a ser naturalizadas en su conprensiòn social.
Es decir, de ser lacras a combatir a ser hechos que aceptar.
Se hace más urgente que nunca una pedagogía de la indignaciòn y la esperanza.
Tenemos que seguir apostando por construir espacios de empoderamiento social
y polìtico de las personas más vulneradas,
evitando su desapariciòn del espacio público.
Eso es lo que los chalecos negros en París
con su toma del Panteón
nos han recordado estos dìas.
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