viernes, 23 de marzo de 2018


La muerte de Mamey Mbaye  me ha pillado en Estados Unidos en un Congreso con la comunidad hispana...Pude llegar hasta la frontera San Diego- Tijuana con mi amigo Jose Barroso y sentir vergüenza y rabia  contra los muros que sirven al capital y nos dividen como seres humanos...  
Allá donde se levantan siempre hay gente  empeñada en derribarlos y apostando la vida en ello... 
Ya sea en Tijuana, Ceuta, Melilla, Turquía, Palestina, etc...

Regreso a Lavapiés y siento su tristeza y el vacío que nos ha dejado la muertes de Mame, compañero, luchador, divertido...Un mantero que como muchos otros no quería serlo, pero a quienes la   ley de extranjera  condena a la exclusión y a la muerte
En tu nombre... Vivo  siempre en nuestra memoria ....Seguimos.

Ningún ser humano es ilegal
..Sobrevivir no es un delito 

jueves, 1 de marzo de 2018

Confía y ten calma


Escribo mi columna inspirada en un texto de Laura Casielles que tengo sobre mi mesa de trabajo: Al borde del desierto. Allí donde no sirven los mapas se impone confiar… en una mano, en una intuición, en una estrella. Me lo repito interiormente como un mantra, cuando me toca acompañar situaciones al límite, de difícil solución o por lo menos no inmediata, como me ha sucedido en varias ocasiones esta semana. 

Otro de mis textos preferidos cuando así sucede es Confía y ten calma, de Edith Stein y recreado por Monseñor Agrelo referido a los campamentos de Beliones, cuando son saqueados por las fuerzas auxiliares de Marruecos o esperan el momento oportuno para preparar un salto a valla. Porque en las periferias además de la resiliencia y la rebeldía se impone la confianza como recurso de supervivencia.