martes, 23 de marzo de 2021

Nawal Al-Saadawi. In Memoriam

 
El 21 de Marzo murió a los 89 años de edad Nawal Al-Sadawi, la pensadora feminista, psiquiatra de profesión, más relevante del siglo XX en Egipto. Defensora de los derechos de las mujeres en el mundo árabe, cuyas ideas políticas y feministas la llevaron a la cárcel y al exilio.

Hace varios años, tras la lectura de una entrevista que le hizo Inma Sanchis, recogida en el libro El don de arder (Barcelona, 2004) escribí este relato en homenaje a ella.

MANOS TRANSGRESORAS 

Llevo ya 12 meses en esta cárcel. Estoy presa porque lucho contra el capitalismo, el patriarcado y la opresión de raza y de clase. También porque soy crítica con las religiones y eso es mi país resulta igual de amenazante. Soy nieta de una campesina analfabeta e hija de una madre casada a la fuerza con un comerciante. Ambas se empeñaron porque mi vida no fuera repetición de la suya y entendieron que la escuela y la universidad era fundamental para ello. Ambas tuvieron siempre una pasión oculta : dominar la escritura y acceder a lecturas prohibidas y ambas pusieron en mí el deseo de ser maga en el arte de combinar alfabetos y descifrar palabras.

Soy escritora.
Mis manos son como una prolongación de mi cabeza y de mi corazón y mi cabeza y mi corazón no puedo entenderlos sin mis manos.
En mi país las manos de las mujeres están hechas sólo para el cuidado de los hijos, el padre y el esposo, para especializarse en los cacharros de la casa , los bordados para el ajuar de las hijas o para ser adornadas con genha el día de la boda.

Pero yo, hasta donde me llega la memoria, vine al mundo con unas manos transgresoras cuyo tacto busca siempre el placer de lo prohibido.

Siempre se negaron por ejemplo, a familiarizarse con los escritos de los libros llamados "sagrados" , porque entendían que era imposible que lo fueran si legitimaban la violencia , la infelicidad y el sufrimiento de las mujeres de la tierra.

Mis manos, sin embargo, pasaban páginas y páginas de textos devorándolos , si en ellos se preguntaban los por qué de las cosas , por eso mi tacto se familiarizó con la filosofía y la ciencia.

Me costó mucho ir a la universidad. Fui de las primeras mujeres médicas en mi país. Conseguí incluso un buen puesto, hasta que publiqué mi primer libro sobre sexualidad, entonces me prohibieron ejercer.

Soy psiquiatra mis manos han tocado los cuerpos enfermos por rigidez o hambre de caricia de muchas mujeres cuya salud mental ha quedado herida para siempre al sentirse prisioneras en harenes y burkas de muchas clases.

Ahora en esta prisión en la que me encuentro, a la espera de una amnistía prometida que nunca llega, mi cabeza y mi corazón toman alas nuevamente en mis manos transgresoras para hacerse palomas mensajeras.

En papel de water y con el lápiz de cejas que me han prestado escribo estas reflexiones para mis compañeras de la organización de Derechos Humanos :
"Nuestra solidaridad es nuestra fuerza. Asumamos nuestra diversidad en las luchas. Hemos de tener confianza en nosotras. Que nuestras diferencias no nos dividan…Ser feliz es hacer lo que amamos. La creatividad se relaciona con el amor. Nuestras vidas son una prueba de fuego, una lucha por la libertad y la dignidad propia y ajena. No tengamos miedo a ser diferentes, a desarrollar nuestro pensamiento crítico, a tener el valor de cuestionarlo todo : tu padre, tu matrimonio, tu Dios, todo menos el derecho a la vida en abundancia y la felicidad plena de las más humilladas. …"

Y mientras escribo un temblor húmedo recorre mi rostro y siento invisiblemente las manos de miles de mujeres del mundo: intelectuales campesinas, prostituidas, refugiadas, artistas, cuyas manos transgresoras , secan mis lagrimas, y me invitan a seguir resistiendo y luchando hasta que la vida sea una danza inclusiva, sin velos, una fiesta permanente y definitiva para todas .












domingo, 21 de marzo de 2021

23 de marzo : Dia de la Poesia


HOMENAJE A LAS HERMANAS

A veces, las mujeres que admiro lloran.

Lloran polen, lloran piedra, lloran plumas caídas de estornino débil

y aceite quemado sobre la arena gris.

Lloran porque no encuentran

el hilo del buen amor,

lloran porque su voz no es una columna de mármol,

lloran por el peso del río.


Hay mujeres que admiro y no conozco y a veces lloran.

Supongo que también les arden bulbos en las entrañas y tienen en el jardín

tumbas de cedro.

Otras mujeres llevan

el fardo prieto de veinte siglos sobre los hombros.

No tienen mucho tiempo para llorar, pero a veces,

manantiales y pozos y olas se les caen a las manos.


El charco repta lentamente, llega al mar de los charcos de antaño.

Se evapora, llueve.

Lustrosas espigas se hinchan

en un huerto de otra parte.



Laura Casielles





 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 8 de marzo de 2021

MANIFIESTO : REVUELTA DE LAS MUJERES EN LA IGLESIA (Madrid 2021)



SI LAS MUJERES CALLAMOS GRITARÁN LAS PIEDRAS   



Creyentes, feministas y luchadoras…

En tiempos de pandemia y crisis económica

que agudiza aún más la pobreza y la precariedad de las mujeres …

Este 20021 seguimos en Revuelta…

La Revuelta de las mujeres en la Iglesia,

Hasta que la igualdad, la justicia

y el cuidado de la casa común se hagan costumbre.


Somos trabajadoras de supermercado,

Profesoras, teólogas,

Somos ingenieras, informáticas

Médicas, enfermeras, auxiliares,

somos desempleadas precarias y trabajadoras sin remuneración

Somos LGTBIQ+

Somos hetero

Somos laicas,

Somos monjas,

Somos católicas,

Y somos criticas
 
Poniendo la vida en el centro
en tiempos de pandemia y cada día.
Nos sentimos iglesia y alzamos la voz

Hace un año nos convocamos en muchos lugares del estado español y también del mundo para exigir cambios estructurales profundos en la iglesia que pongan fin a nuestra discriminación.

Aunque celebramos algunos nombramientos significativos de mujeres que desde el Vaticano se han hecho durante estos meses y los valoramos como un signo de esperanza, nos parecen claramente insuficientes.

Las mujeres constituimos la mitad de la iglesia y nuestra representación en los lugares de tomas de decisiones es prácticamente inexistente. Las reformas del papa Francisco y los cambios estructurales que anhelamos no serán posibles sin la movilización de los movimientos de base de lqlesia y en este sentido las mujeres de los movimientos feministas cristianos y las mujeres de las comunidades y parroquias somos un motor de cambio imprescindible.

Por eso este año nos movilizamos nuevamente para denunciar la profunda discriminación que vivimos las mujeres en la iglesia y decir “¡Basta ya!

Porque Si las mujeres callamos gritaran las piedras (Lc 19,40)

-Soñamos con una iglesia de iguales, desde el evangelio, que sea espacio y casa común. Sabemos que las mujeres podemos aportar nuevas miradas, intuiciones, capacidad de discernimiento y liderazgo.

Trabajamos y seguiremos haciéndolo por una iglesia sinodal que reconozca la plena ministerialidad de las mujeres.

Por ello exigimos cambios estructurales profundos desde la perspectiva de las mujeres, en sintonía con el Evangelio y la práctica de Jesús en reconocer dignidades y anteponer la vida a preceptos y legalidades excluyentes.

Queremos: Tener voz y voto

-Decidir, celebrar y predicar en una Iglesia igualitaria

-Queremos poner fin a la explotación y la violencia hacia las mujeres dentro y fuera de la Iglesia.

-Queremos que se reconozca y valore la teología feminista, como motor de cambio.

-Una Iglesia que lea la Biblia, la tradición y la actualidad con ojos de mujer y elimine el lenguaje patriarcal y sexista en las homilías, textos litúrgicos y documentos

-Queremos una iglesia que reconozca e incluya a las mujeres lesbianas, trans y bisexuales dentro de la iglesia y reconozca la diversidad de familias

-Queremos repensar la moral sexual desde la misericordia y la ternura

-Nuestra propuestas y reivindicaciones nacen de la pasión por Jesús y la utopía del Reino y por eso las hacemos en memoria suya y en el de las mujeres del Evangelio: María Magdalena, María de Nazaret, Juana de Cusa, Susana, María de Cleofás, Marta y tantas otras que con Jesús transgredieron el orden patriarcal e inauguraron la iglesia como comunidad de iguales.

                Somos mujeres, somos iglesia,

                Somos revuelta

                Hasta que la igualdad, la justicia y el cuidado de la casa común se hagan costumbre

                Si las mujeres callamos gritarán las piedras (Lc 19,28-40)















 

LA REVUELTA DE LAS MUJERES EN LA IGLESIA … Y de repente estalló y se hizo más fuerte con la pandemia

El 1 de marzo hizo un año que la Revuelta de las mujeres en la iglesia hicimos públicas nuestras propuestas y reivindicaciones con acciones celebrativas en las puertas de las catedrales de Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Las Palmas, Valencia, Burgos. En otras ciudades como Santiago, Zaragoza o Bilbao, la pandemia impidió que las acciones programadas pudieran llevarse a cabo. Nos sumábamos así a una iniciativa que desde Barcelona y bajo la convocatoria de la plataforma de mujeres cristianas Alcem la veu llevaba gestándose mucho tiempo con esa siembra paciente, resistente contra viento y marea que los grupos de Mujeres y Teología u otros colectivos de feministas cristianas veníamos haciendo en la iglesia española desde hace años.

Y de repente estalló …como una primavera de esperanza y de inteligencia colectiva frente a la lentitud de los cambios en la iglesia ante la igualdad y el reconocimiento de nuestras capacidades y carismas en el acceso a los ministerios. En el trasfondo, un hecho que sin duda fue un detonante: la negación del voto de las mujeres en el Sínodo de la Amazonía, en contraste con su activa participación e implicación en ser iglesia en salida, presencia profética en las periferias.

Una vez más nuestra palabra fue silenciada. Pero de aquel silencio nació un clamor: poner fin a nuestra invisibilidad y a la discriminación de las mujeres en la iglesia. Recuperar la memoria transgresora de Jesús en el Evangelio y recordar al papa Francisco la necesidad apremiante de cambios estructurales urgentes en la iglesia, desde la perspectiva de las mujeres y hasta que la igualdad se haga costumbre. La incorporación al movimiento mundial de mujeres Voices of faith redimensionó nuestras acciones y nuestras reflexiones y amplio nuestra conciencia global y ecuménica.

Y llegó la pandemia… Frente a la parálisis y el repliegue que ha caracterizado a algunos sectores eclesiales el covid nos ha hecho más resilientes y creativas. Una vez más hemos sido las mujeres las que hemos estado en primera línea sosteniendo la vida y poniéndola en el centro y una vez más seremos también nosotras las que cargaremos sobre nuestros cuerpos, como ya lo estamos haciendo, la dureza de esta crisis económica y social sin precedentes. En estos meses de confinamiento hemos ido tejiendo un trabajo en redes minucioso e incansable conjugando vitalmente tres verbos imprescindibles en la densidad del presente nos atraviesa: acompañarnos, sostener la esperanza y empujar las iniciativas comunitarias de las mujeres. 

Como consecuencia de este tejer en común y en sororidad la Revuelta se ha extendido por nuevos lugares del estado: Salamanca, Vitoria, Córdoba, Badajoz, Granada, entre otras ciudades, a la vez que se ha hermanado con colectivos de mujeres feministas cristianas de América Latina, como Tras las huellas de Sophia, en México, mujeres argentinas, etc.

También en estos meses el papa Francisco ha realizado nuevos nombramientos de mujeres en lugares relevantes. Quizá uno de los más representativos es el de Nathalie Becquart, como secretaria del próximo Sínodo de obispos. Por primera vez una mujer tendrá voz y voto en ese espacio. Valoramos estos nuevos nombramientos de mujeres como un signo de esperanza, pero a la vez nos parecen claramente insuficientes. Las mujeres constituimos la mitad de la iglesia y nuestra representación en los lugares de tomas de decisiones es prácticamente inexistente. Estamos también convencidas que las reformas del papa Francisco y los cambios estructurales que anhelamos no serán posibles sin la movilización de los movimientos de base de la Iglesia y en este sentido las mujeres de los movimientos feministas cristianos y las mujeres de las comunidades y parroquias somos un motor de cambio imprescindible.

También en estos meses otro gesto importante ha sido el motu propio del Papa del inicio de este 2021: Spiritus Domini, en el que el papa Francisco hizo una modificación en el Derecho canónico de algo que, por otro lado ya era habitual en la vida de la Iglesia, que las mujeres lean durante la eucaristía, asistan en el altar y den la comunión. Revisaba de este modo el "Ministeria Quaedam" de 1972, que reservaba a los varones los ministerios de lector y acólito. Con esta modificación el derecho canónico se adapta y cambia al reconocer lo que ya es práctica habitual, lo cual viene a demostrarnos también que los cambios han de forzarse desde nuevas praxis.

Por todo ello el próximo día 7 de marzo, a las 12 de la mañana volveremos a visibilizarnos y plantear nuestras propuestas y reivindicaciones en las puertas de las catedrales en numerosas ciudades del estado para realizar un acto reivindicativo de memoria y esperanza, con los protocolos sanitarios requeridos. El lema que nos convoca esta vez a la Revuelta de Madrid es Si las mujeres callamos gritarán las piedras. Una paráfrasis del evangelio de Lucas 19,40, porque estamos convencidas que el clamor de las mujeres es también el clamor de Dios y nuestras reivindicaciones no pueden silenciarse.

Trabajamos y seguiremos haciéndolo por una iglesia sinodal que reconozca la plena ministerialidad de las mujeres. Por ello exigimos cambios estructurales profundos desde la perspectiva de las mujeres, en sintonía con el Evangelio y la práctica de Jesús en reconocer dignidades y anteponer la vida a preceptos y legalidades excluyentes. Entre estas reivindicaciones: Tener voz y voto, poder decidir, celebrar y predicar en una Iglesia igualitaria; repensar la moral sexual desde la misericordia y la ternura, el fin a la explotación y la violencia hacia las mujeres dentro y fuera de la Iglesia; reconocimiento de la teología feminista, y eliminación del lenguaje sexista de textos, manuales de enseñanza, y rituales. Una iglesia, en fin, que lea la Biblia, la tradición y la actualidad con ojos de mujer y que incluya a mujeres de diversa condición sexual

Estas propuestas y reivindicaciones nacen de la pasión por Jesús y la utopía del Reino y por eso las hacemos en memoria suya y en el de las mujeres del Evangelio: María Magdalena, María de Nazaret, Juana de Cusa, Susana, María de Cleofás, Marta y tantas otras que con Jesús transgredieron el orden patriarcal e inauguraron la iglesia como comunidad de iguales. Desde este sentido de comunión y de ser y hacer iglesia desde dentro de ella, hemos escrito una carta al Papa Francisco, que daremos a conocer en unos días, que hace insistencia en el camino sinodal como un camino pendiente que no podrá hacerse sin la plena participación de las mujeres y hasta que la igualdad se haga costumbre .



Pepa Torres Pérez

Revuelta de las mujeres en la iglesia de Madrid