miércoles, 1 de mayo de 2024

¿ESPERAR O ESPERANZAR? ( Alandar Mayo)

En este Primero de Mayo activo mi memoria sin nostalgia y acude a mi cabeza un texto de Pablo Freire que, durante algunos años de mi vida, cuando acompañaba a jóvenes de la JOC (Juventud Obrera cristiana) nos resultaba siempre inspirador y quedó para siempre grabado en mi conciencia:

“Es preciso tener esperanza, pero esperanza del verbo esperanzar porque hay gente que tiene esperanza del verbo esperar y la esperanza del verbo esperar no es esperanza, es espera. Esperanzar es levantarse. Esperanzar es construir. Esperanzar es llevar adelante. Esperanzar es juntarse con otros para hacer que la realidad cambie”.

Hoy acompaño, o mejor soy compañera en algunos tramos de la vida de jóvenes migrantes. Mujeres y hombres valientes que cruzan fronteras arriesgando su vida en ello agarrados a la esperanza de un sueño. Mujeres que huyen de la violencia o la pobreza, portadoras de saberes y resistencias ancestrales, “custodias de la vida”, pese a todo pronóstico. Hombres que demasiado pronto han tenido que buscarse la vida en la calle y que al pisar Madrid aprenden rápidamente que sobrevivir no es un delito, cargándose una manta a la espalda. Animadoras de discotecas, con sueños de estudiar medicina o derecho, que comparten minúsculas habitaciones con otras recién llegadas, para evitar la dureza e intemperie de dormir en la calle. Mientras, las noticias los señalan y criminalizan, haciéndoles responsables de todos los males que afectan la sociedad española, decidiendo ignorar una verdad poderosa: los jóvenes migrantes no son un peligro, sino que están en peligro.

Ellos y ellas son también la nueva mano de obra explotada y precarizada en España. Seleccionados a golpe de vista, según la musculatura de sus cuerpos, desde un coche en marcha en la Plaza Elíptica para trabajar a destajo “sin papeles” en la construcción, o como trabajadoras internas sin derechos, a las que se les descuenta de su salario la habitación donde duermen.

Mujeres y hombres jóvenes expertos en esperar, pero sobre todo en esperanzar, en llevar adelante sus sueños y los de sus familias, sin olvidar quienes son, aunque aquí se les confunda el nombre y su realidad singular, su historia, quede reducida a estereotipo o a un número al ingresar en el CIE.

Este 1 de Mayo el, timón que en su vida es la esperanza les lleva a salir a la calle, a visibilizar su realidad, a cantar consignas y reclamas en el 1 de Mayo Interseccional, convocado por las iniciativas de sindicalismo social que poco a paso van emergiendo en nuestras ciudades: manteros, trabajadoras de hogar, kelis, Rider, desahucios. etc Un nuevo rostro de trabajadores y trabajadoras que reclaman un cambio radical del sistema, para poner en el centro la vida y no el capital ni el mercado, asi como nuevas formas de sindicalismo social , desde abajo, antirracistas, feministas y anticapitalistas. Porque no solo esperamos, sino que ESPERANZAMOS y reivindicamos, como convoca el lema de movilización de este año: NUESTRO MUNDO (un mundo común) FRENTE A SU SISTEMA

                                    Pepa Torres Pérez







sábado, 20 de abril de 2024