Se llama Khalid y es jardinero. Trabaja en la zona Sur de Madrid. Es muy divertido y empático para las relaciones. Por eso además de tener amigos entre sus compañeros los tiene también entre algunos vecinos donde arreglan los jardines, sobre todo personas mayores. Pero Luis, es un abuelo con el que tiene una relación especial. A media mañana a veces le lleva un bocadillo y Khalid se lo devuelve invitándole a un café. Con él ha aprendido lo que es un carajillo, aunque se ha resistido a tomarlo porque no consume alcohol, cosa que Luis, no puede entender que no lo haga, con el frío que hace y por más musulmán que sea.
También con Luis, Khalid ha conocido la historia de la migración española en Alemania, pues durante mucho tiempo su amigo anciano trabajó en Hanover, en una fábrica y vivió en un albergue donde convivían españoles y argelinos y por eso sabe algunas palabras en árabe como inshallah. Luis le dijo un día que desde pequeño le enseñaron a no fiarse de los moros, pero que en Hannover se dio cuenta que los moros eran como él, trabajadores extranjeros en un país que sólo los quería como mano de obra y que no entendía sus costumbres, como cuando les insultaban por cocinar con aceite de oliva o juntarse a cantar flamenco.
En sus conversaciones Luis habla mucho y Khalid más bien escucha y sonríe incluso cuando no le entiende. Pero hace unos días se le cayó la cartera y así fue como el abuelo vio la foto de su novia española. Khalid tuvo que explicarle que no la había conocido en una discoteca sino en la asociación en la que él estaba y se decidió a contarle algo más de su vida.
El miedo a ser alistado a la fuerza hizo que su familia le animara a llegar a Europa hace 6 años. Hace cinco 5 llegó a Marruecos y tras ocho meses en los montes de Nador en su segundo intento de salto a la valla de Melilla piso suelo español. Tras seis meses en el CETI llegó a Madrid.
A su novia la conoció en la asociación donde empezó a aprender español y done después hizo el curso de jardinería por el que tiene su actual trabajo Llevan tres años juntos y se empezó a enamorar de ella en las visitas que ella le hizo al Centro de Internamiento de Extranjeros donde estuvo detenido por no tener papeles. Él también es voluntario de la misma asociación y apoya a otros africanos recién venidos y en la lucha por el cierre de los CIES.
Luis nunca había oído hablar de los Centros de Internamiento de Extranjeros, pero si recordaba aun con dolor sus visitas a la cárcel de Carabanchel en la época de la dictadura a ver a un primo.-Aquel día cuando, terminaron la conversación Luis le dijo a Khalid: Tú no eres un jardinero, tú lo que eres es un luchador, un valiente y Khalid con una sonrisa tímida asintió, sí, creo que soy un jardinero luchador y un valiente
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