Este mes de agosto, el día 22 hace cinco años que mi madre nos dejó. Con este poema de Begoña Abad agradezco su vida, y su presencia, ahora de otra manera en mi vida, nuestros continuos empinarnos y agacharnos para querernos en libertad y dejarnos mutuamente ser.
Su desmesura me acompaña siempre Hoy la reconozco cuando me miro al espejo y desde el otro lado, me hace un guiño cómplice
No sé si te lo he dicho:
mi madre es pequeña
y tiene que ponerse de puntillas
para besarme.
Hace años yo me empinaba,
supongo, para robarle un beso.
Nos hemos pasado la vida
estirándonos y agachándonos
para buscar la medida exacta
donde poder querernos.
mi madre es pequeña
y tiene que ponerse de puntillas
para besarme.
Hace años yo me empinaba,
supongo, para robarle un beso.
Nos hemos pasado la vida
estirándonos y agachándonos
para buscar la medida exacta
donde poder querernos.