Me pregunto cómo la CONFER ha podido dar el premio Carisma al alcalde de Madrid y él anda alardeando de ser un buen cristiano, cuando niega el padrón y con ello la puerta de entrada a los derechos más básicos de miles de personas que no tienen un contrato de alquiler a su nombre, viven en habitaciones alquiladas o en la calle en nuestra ciudad. Negar este derecho, que por otro lado es una obligación por ley de los ayuntamientos, es una forma perversa de racismo institucional. PADRÒN POR DERECHO
No hay comentarios:
Publicar un comentario