lunes, 30 de marzo de 2020

Desde el confinamiento (4)

Amanezco con una buena noticia. Me llama mi amiga Susana. Tras tres semanas con tratamiento en casa le van a dar el alta en estos días. Tiene ganas de hablar y yo me emociono mientras la escucho. Ese es otro efecto del coronavirus, que nos ha puesto las emociones a ras de piel. Nos despedimos y a continuación entro en el grupo de Cuidaos de Centro. Me impresiona su dinamismo y creatividad. A unas personas mayores se les ha roto la nevera y no tienen nada de comida. Rápidamente alguien que vive por la zona se ofrece para hacerles la compra y acercársela a casa. 

Yo paso un par de informaciones sobre material preventivo e información médica en uolof y bangladeshí. A lo largo de la mañana me conecto también con algunas personas de la Red Inter Lavapiés, sobre todo mujeres para asegurarnos que están bien y ver si necesitan algo. Una de ellas es Nanci, trabajaba de interna y sus empleadores han aprovechado el coronavirus para despedirla la han puesto en la calle. Está acogida en una iglesia evangélica provisionalmente. Es una de tantas vulneraciones de derechos que las trabajadoras de hogar viven a diario y que se han visto acentuadas con esta crisis.

Por eso este 30 de Marzo día internacional de las trabajadoras de hogar tiene más sentido que nunca la campaña #CuidaAQuienTeCuida, que hemos lanzando hoy a las redes sociales  reivindicando igualdad de derechos al resto de los trabajadores y trabajadoras, dejar de ser invisibles.





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