sábado, 16 de abril de 2022

Mujeres del sábado santo : Mujeres de lealtades inquebrantables


 

Vivo cada día para matar a la muerte.

 Muero cada día para parir la vida. 

Y en esta muerte de la muerte 

muero miles de veces y resucito otras tantas.

desde el amor que alienta de mi pueblo a la esperanza

                                      Julia Esquivel ( poeta y activista  guatemalteca) 

Las mujeres discípulas acompañaron a Jesús hasta que sus ojos se apagaron. Su espíritu vive hoy en la mujeres de lealtades inquebrantables de nuestros ambientes: las mujeres fieles a sus opciones hasta el final, pase lo que pase, mujeres que no se venden aunque el poder intente comprarlas o manipularlas. Mujeres de resistencia y resiliencia, expertas en noches y en esperanza activa, contra toda desesperanza.

Este sábado santo podemos:

-Nombrarlas, identificarlas

-Agradecer la suerte de que sean compañeras de vida y causas compartidas

-Mirarles a los ojos y poner la mano en su corazón y preguntarles:

-¿Es posible esperar cuando sentimos que la realidad es un callejón sin salida?

-¿Cómo esperar contra toda esperanza?

-¿Cómo esperan las vencidas, los últimos?

-También con ellas como compañeras recorrer nuestra biografía más reciente :

-¿Cómo hemos aprendido a esperar nosotras mismas cuando nos hemos encontrado teniendo que afrontar situaciones límite?

-¿Cuál ha sido nuestro sostén y ayuda en esos momentos de la vida y cómo poder ofréceselo a otras ?

-¿Qué aprendizajes vitales hemos hecho en la densidad de la noche y los duelos en nuestras vidas?

La esperanza no es una propiedad privada sino un regalo comunitario, un bien común que necesitamos cuidarlo, alentarlo en colectivo. La esperanza se parece a las brasas bajo las cenizas. Necesita el soplido comunitario para que emerja de las cenizas y el fuego se encienda de nuevo. 

La esperanza  de las mujeres nunca es una propiedad privada, sino que es un pan amasado por muchas manos y sabidurías diversas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario