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viernes, 21 de febrero de 2025

V Escuela política de activismo en cuidados


Un gustazo de  escuela y de compañeras. Retomamos segunda sesión  el domingo a las 10 en la librería Traficantes de sueños  con el tema : Organización y resistencias feministas al avance de la ultraderecha en el mundo, con Vero Gago, de la colectiva Ni una menos, de Argentina. 

martes, 15 de octubre de 2024

Mapas para encontrarnos ( Alandar Octubre)

Me sorprende esta mañana este cartel en la puerta del Centro Dramático Nacional. Me resulta inspirador en este octubre que amanece con la noticia de la invasión del Líbano por parte del ejército de Netyanahu mientras el genocidio de Palestina parece no tener fin. La polarización política y social  tampoco afloja en nuestra  convivencia y mucho menos en el Congreso de los Diputados. La irritabilidad se ha hecho una compañera incómoda en el cada día de nuestros barrios como expresión de la sociedad del cansancio en la que estamos inmersas ¿Cómo pasar de la desconfianza y la descalificación al reconocimiento, el respeto mutuo yel encuentro?. Propongo algunas señalizaciones posibles en la  cartografía que hagan posible la cultura del encuentro.

-Proximidad, y reconocimiento. El cuerpo a cuerpo, que nos saca de la abstracción de las ideas y nos permite reconocer lo que tenemos en común como seres humanos liberándonos de estereotipos o prejuicios. O dicho en el lenguaje de Fratelli Tutti: Acercarse, expresarse, escuchar, mirar conocerse, tratar de comprender, buscar puntos de contacto, reconocer la diversidad y respetarla, porque el todo es superior a las partes y las diferencias puedan convivir enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque ello implique discusiones que hemos de aprender a gestionar(FT 198-224).

-Escucha y mirada desarmada a los otros /as. Sin proyectar prejuicios ni pre-concepciones que buscan enfrentarnos y sitúan a unos/as  por encima o por debajo de otros/as. Cuidar lenguajes y gestos que incluyan y ayuden a desmontar estereotipos, generalizaciones, fake news y sean respetuosos con la diversidad y el reconocimiento de la dignidad de todas las personas con independencia de su género, orientación sexual, color de su piel, status económico, etc. Mirar a los demás y a uno mismo de forma capacitante, poniendo el foco en las posibilidades y no sólo en la carencia. Una mirada generadora de vínculos que  interrelacione y disponga ala confianza y a generar “un nosotros cada vez más amplio”, porque lo que lleva siempre al naufragio es el aislamiento y lo que siempre nos libera es la relación.

-Empatía y amabilidad. Ejercitar la capacidad de intentar ponernos en la piel del otro, y hacerlo revisando prepotencias o subalternidades que podemos tener  introyectadas. Junto a ello ensayar  lenguajes que alienten y conforten, que estimulen, en lugar de palabras que humillan, , irritan desprecian (…) porque La empatía y la amabilidad  permiten la búsqueda de consensos y abren caminos donde la exasperación destruye todos los puentes (F T 198-224)

-Cuestionar la autosuficiencia y acoger la propia vulnerabilidad ofreciéndonos amparo mutuamente. Lo que nos hace más humanos no es la prepotencia, la intolerancia,  el dogmatismo excluyente, sino la capacidad de saber convivir haciendo hueco a la diversidad que nos constituye como humanidad y aprendiendo a cuidarnos colectiva e inclusivamente, afrontando juntos los riesgos que nos amenazan como especie y como casa común. Frente a la cultura de la indiferencia  la resignación, la impotencia, el no hay nada que hacer, cultivar el sostén mutuo, la organización colectiva y la creatividad. Multiplicar dones, capacidades potencialidades desde la vulnerabilidad compartida, porque la vulnerabilidad si se colectiviza puede hacerse potencia

-Compartir relatos de resistencias y búsquedas que nos estimulen, porque no siempre gana Goliat y necesitamos narrárnoslo y celebrarlo. La risa, la fiesta, la celebración, el humor son también importantes como formas de resistencia que estimulan y fortalecen la cultura del  encuentro

-La apuesta constante y terca por el diálogo y la tolerancia desde la sabiduría de la no violencia activa y la desobediencia civil: No en nuestro nombre. Un diálogo persistente y corajudo, en expresión del papa Francisco. Un diálogo que trata de ir más allá del diálogo dialéctico, para llegar a una auténtica comprensión del otro, que permita una verdadera comunicación mutua, del que emerja un lenguaje común que atraviese los límites del lenguaje propio. Un diálogo flexible y abierto a un mutuo enriquecimientoQue nos lleve a estar dispuestos a ceder algo por el bien común.

¡Buena aventura y a seguir haciendo mapas y hojas de ruta!¡Nos jugamos mucho!

Pepa Torres Pérez

 

 

 

 

 

miércoles, 3 de julio de 2024

EMPADRONAMIENTO POR DERECHO ( Alandar Junio 2024)



Flor llegó hace 8 meses de Nicaragua por esa frontera de la que casi nadie habla, que se llama Barajas, y donde deportan a diario a mujeres que como ella salen de sus países huyendo de la violencia económica, política y sexual porque su cuerpo se ha convertido en un campo de batalla. Desde que llegó no ha parado de moverse intentando pedir cita de asilo y se ha organizado con algunos grupos de la plataforma Sin citas no hay derechos. Pero lo más que ha conseguido ha sido meter por registro en el Ayuntamiento y a la Oficina del defensor del Pueblo una reclamación al gobierno exigiendo poder ejercer su derecho a protección internacional y para ello conseguir, como un primer paso, una cita en la Oficina de Asilo.

A su llegada unos paisanos la acogieron en una habitación compartida donde dormían otras tres personas, pero le dijeron que no se podría empadronar en esta casa porque el propietario se negaba a dar su autorización. El caso es que Flor no está empadronada. Flor padece un asma crónica y lleva una temporada con mucha sensación de ahogo y con crisis respiratorias muy fuertes. Ha ido al Centro de Salud, pero allá no le pueden atender porque al estar en situación irregular necesita tramitar un procedimiento (DASE) el cual es imposible hacerlo si no está empadronada.

El derecho al empadronamiento de las personas en situación irregular administrativa es una reivindicación histórica de los colectivos de luchas migrantes y antirracistas, ya que constituye una forma de racismo institucional con una gran incidencia en la vulneración de derechos de las personas sin papeles.

Sin padrón las personas migrantes no pueden acceder a:

- La asistencia sanitaria. Para ser atendidos en el Centro de Salud o en el hospital sin que les facturen necesitan tramitar el DASE (Derecho a la Atención Sanitaria de extranjeros), el cual es imposible de conseguir sin presentar el empadronamiento

- Ninguna prestación, programa, ni recurso del Samur ni de Servicios Sociales municipales.

- Abrir una cuenta bancaria social básica.

- Solicitar el permiso de Residencia y Trabajo en extranjería, ni realizar ningún trámite para su regularización.

- Al Informe de Arraigo Social de la comunidad de Madrid, imprescindible para solicitar el permiso de residencia a Extranjería

- Poner huellas y recoger el permiso de residencia humanitaria o renovarlo

- Inscribirse en la Oficina de Empleo y realizar la búsqueda de trabajo o el acceso a cursos de formación a través de la Agencia de Empleo.

- Presentar en el Centro Base la valoración de la discapacidad.

- Solicitar el Ingreso Mínimo Vital

- Presentar la petición de abogado de oficio, etc.

En la lucha por el empadronamiento algunas asociaciones, tanto en Madrid como en Barcelona, consiguieron llegar a acuerdos con los ayuntamientos municipalistas para poder llevar a cabo empadronamientos colectivos en determinadas condiciones, con la promesa, -incumplida- que esta iniciativa se extendería a los colectivos que pudieran justificar el acompañamiento a las personas empadronadas. Pero el avance de la derecha y la ultraderecha con sus discursos del odio y el incremento exponencial del racismo institucional ha llevado a suprimir estos acuerdos sin ningún tipo de explicación. Con ello declara de este modo invisibles y niega y expone a la máxima vulneración de derechos a miles de vecinos y vecinas en situación administrativa irregular con los que convivimos en nuestros barrios.

Por eso Flor y otros muchos y muchas personas a las que se le niega el derecho a existir (porque no estar empadronado significa no existir desde el punto de vista de las leyes y las y las instituciones) han empezado a organizarse para denunciar esta situación y exigir EMPADRONAMIENTO POR DERECHO y poner fin de este modo a esta forma tan perversa de racismo institucional. ¿Te sumas?



viernes, 21 de junio de 2024

miércoles, 25 de octubre de 2023

Geografías del metro ( Alandar Octubre 2023)


La ciudad de Madrid es un mundo donde caben muchos mundos, como dirían las zapatistas. Vivimos sumergidas cada una en el nuestro y a menudo necesitamos salir, aunque sea un breve tiempo, para poder volver con una mirada más amplia y más crítica a nuestro territorio. Así me sucedió hace unos días que tuve unas jornadas de trabajo en una zona acomodada de un Madrid por el que apenas transito. No sé si fue por la novedad de hacerlo, pero el caso es que desde que cogí el metro hasta que llegué al lugar de mi cita de trabajo, la ciudad que descubrí, incluido el propio metro me parecieron desconocidos.

Los vagones se habían transformado: nuevos, espaciosos, limpios, silenciosos, sin el amontonamiento de gente al que estoy acostumbrada. El modo de vestir de las personas, sus cuerpos, el color de la piel, la ligereza de sus cargas, lo olores y hasta la forma de hablar y el sonido de sus voces, me resultaban extraños a mi normalidad. Al salir del metro me sorprendió una gran avenida con numerosos bancos y tiendas de lujo que exhibían zapatos y bolsos con un precio de 350 E, lo que cuesta dar de alta a una empleada de hogar en la seguridad social. Por cierto también vi a algunas vestidas de uniforme empujando la silla de ruedas de algunas mujeres dependientes muy elegantes. Me sorprendió de igual modo la abundancia de peluquerías y establecimientos de estética, floristerías y parafarmacias, la ausencia de locutorios y la inexistencia de cacas de perros.

Días atrás había estado en una reunión en el barrio de Puente de Vallecas, sobre salud, pobreza y barrios donde las asociaciones convocantes nos presentaron un informe sobre el mapa de la mortalidad en España y algunas recomendaciones para alcanzar la equidad sanitaria en Madrid. Escuchando el informe me hice consciente que no hay peor epidemia de nuestro tiempo que la desigualdad social. En esta reunión me enteré de que en el barrio de Nueva Numancia sus vecinos tienen la renta anual media familiar más baja de la ciudad : 26.652 euros, seguida por Villaverde, con 28.407 euros, mientras que el distrito que me provocó este artículo alcanza el ránking del poder adquisitivo con una media familiar de 70.735 euros anuales [1].

Los datos presentados en este informe me hicieron conscientes que en la salud y en casi todo influye más el código postal que el código genético. Supe que en barrios como San Blas los hombres presentan un mayor riesgo de muerte de hasta el 56% por cáncer de pulmón, del 139, % de cirrosis, del 48% de sida y que el riesgo de fallecimiento por diabetes en mujeres están en un 41% del promedio de Madrid. También me enteré de que el barrio de Villaverde, donde estuvo ubicada la fábrica siderúrgica de Arcelor-Mittal durante años es la zona de Madrid con mayor riesgo de muerte por cáncer de pulmón en hombres, con un 123 % de promedio [2].

De vuelta a mi normalidad me reencontré de nuevo con la vida ruidosa y callejera de mi barrio, su diversidad de cuerpos y acentos, colores y olores no precisamente a Chanel 5 o Jean Paul Gaultier, pero si a resiliencia y luchas por la vida frente a leyes que nos criminalizan y lógicas de mercado que expulsan a los vecinos o los condenan el hacinamiento o la infravivienda. Un barrio ahora “invadido” por turistas y policías secretas que merodean por todos los rincones o patrullas llevando a cabo identificaciones racistas. Por cierto, ¿quién dijo que las clases sociales y su geografía habían desparecido?

Pero los mundos como las fronteras, por más sofisticados que sean los sistemas de seguridad se pueden cruzar. El mundo es único y los privilegios han de convertirse en derechos universalizables. Eso descubrí una mañana en mi paseo por el barrio que es líder en el ránking del poder adquisitivo en la ciudad de Madrid y sus avenidas impolutas, sin cacas de perro.




[1]https://datos.madrid.es/portal/site/egob/menuitem.c05c1f754a33a9fbe4b2e4b284f1a5a0/?vgnextoid=71359

[2] https://elpais.com/ciencia/2021-02-19/el-mapa-de-la-mortalidad-barrio-a-barrio-en-espana-revela-enormes-desigualdades-incluso-en-la-misma-calle.html

miércoles, 5 de julio de 2023

Noches insomnes (Alandar Julio 2023)


Me cuesta dormir estas noches. No se si es la ola de calor o el alto voltaje de un mapa político en manos de la ultraderecha, o quizás ambas cosas. En mis noches insomnes la creatividad se me dispara y juego a sub-vertir acontecimientos que suceden por el día y que forman parte de la realidad kafkiana que se nos impone y que demasiado frecuentemente terminamos por naturalizar.

Anoche subvertí el juicio de un amigo mantero que actualmente lleva en España 5 años. Es solicitante de asilo, camarero en una cafetería del barrio de Salamanca e intérprete de una Escuela de derechos en el Museo Reina Sofia. Llegó a España por Tenerife cruzando la frontera mortal del Atlántico mientras otros compañeros de la patera no tuvieron esa suerte. Al llegar a las costas españolas le metieron en un CIE creándole un estado de tristeza en que creyó que iba a morir, pues nada más ajeno a su sueño europeo que saberse preso al llegar a tierras españolas. Días después, sin darle ninguna explicación, junto a otros compañeros, le metieron en un avión y cuando creía que le estaban deportando dirección a Dakar su tristeza se volvió alegría al descubrir que el avión aterrizó en Barajas.

Le dejaron en la calle sin ninguna orientación y el mismo, como pudo y contactando con paisanos llegó a Lavapiés. Alguien le dio dinero para el metro y nada más bajarse y salir a la calle lo primero que vio fue dos chicas besándose. Se extrañó, pero también ese beso le hizo sentir libertad. Unos paisanos le acogieron en una habitación compartida con otras personas y enseguida se dio cuenta que para sobrevivir no tenía más opción que vender bolsos de Luis Vuitton. Hoy tres años después, convertido en camarero profesional la justicia le acusa de un delito contra la propiedad intelectual en el que la víctima es Luis Vuitton (por cierto, la segunda fortuna más poderosa en Francia, y actualmente con sede en Suiza para no pagar impuestos).

Con ese juicio por medio no le renovarán su asilo y perderá su trabajo. Es mucho lo que se juega además de la multa y la indemnización que tendrá que pagar a esta transnacional si le declaran culpable. Pero nada de eso le suele interesar a los jueces, que prefieren no mirar a los ojos de los manteros cuando firman sentencias. Hoy cuando acudió al juicio, no pudo celebrarse, pues los policías no se presentaron por estar de vacaciones y tampoco los representantes legales de la marca. El juez decidió entonces que había que aplazarlo para dar una oportunidad a los policías y a la marca.

En mis noches insomnes juego a buscar finales alternativos donde los y las invisibles no son ninguneados, donde se reparan dignidades quebradas y se resarcen derechos, donde las oportunidades se les brindan a los pequeños y no a los que les expolian. Así imaginando finales alternativos frente a la dureza de la realidad y la violencia de la “justicia” con los empobrecidos y empobrecidas somos muchos y muchas los que nos recargamos de imaginación y utopía para no cejar en el empeño de subvertir el desorden clasista, racista, y colonial que los mercados nos imponen

domingo, 4 de junio de 2023

domingo, 19 de febrero de 2023

Gracias por tanto, querido Enrique de Castro


 Hoy en San  Carlos Borromeo  hemos hecho memoria de su vida, de su amor a los chicos y chicas del la calle, de su compromiso creativo e incondicional con la justicia, desde Vallecas a todos los rincones del mundo...

                    Dios es ateo, Enrique....No lo olvidaremos nunca     

viernes, 9 de septiembre de 2022

¿Proyectos o procesos? ( Alandar Septiembre 2022)

 


Llegó Septiembre, retomamos trabajos, activismos, un nuevo curso por delante. Es tiempo de seguir apostando por aquello en lo que creemos y buscar y cuidar estrategias, pedagogías, espacios comunitarios, etc, donde convertir la utopía en inédito viable. Es tiempo de mancharnos las manos, la inteligencia y el corazón en ello y de hacerlo comunitariamente

Tras la distancia que da el descanso del verano, volvemos a lo cotidiano con un sentimiento ambiguo y contradictorio, mezcla de resistencia e ilusión. En nuestro lugar del mundo septiembre es tiempo de proyectos y programaciones. Los calendarios empiezan a llenarse con reuniones para planificar el curso, identificar prioridades, fijar objetivos y acciones, hacer cronogramas, compartir responsabilidades, etc.

De la práctica pedagógica y social hemos aprendido que los proyectos son una herramienta concreta necesaria para responder a una realidad que queremos transformar y que nos reta desde sus posibilidades, sus necesidades y carencias, por eso han de ser concretos, precisos, evaluables, y han de temporalizarse. Con ellos intentamos responder a la vida de forma coherente y eficaz. Sin embargo, la vida es mucho más que un proyecto, los transgrede constantemente porque no cabe nunca en una programación con casillas previamente establecidas. La vida es un permanente y sorprendente acontecimiento y no podemos ponerle diques a su asombro e intemperie. Lo que si podemos es prepararnos para encararla comunitariamente y vivir como oportunidad lo que nos acontece por sobrecogedor que nos parezca. Por eso, sin menospreciar ni un ápice los proyectos creo que es mucho más importante la atención y el cuidado de los procesos. A menudo lo más importante de los proyectos no es que cumplan los objetivos esperados, sino que desencadenen procesos personales o colectivos en los que la vida más vulnerada y el cuidado estén en el centro y como acompañarnos en ello.

Por ahí va mi propuesta para este inicio de curso: poner la atención en los compañeros y compañeras con quienes vamos aventurando la vida y toda nuestra intencionalidad en generar espacios de respiro y liberación donde conjugar un nosotras abierto y diverso. Espacios sin derecho de admisión, en los que más fuertes que las diferencias lo sean las articulaciones y junturas. porque, reconocer las junturas en que somos da fuerzas para generar otras nuevas[1]. Porque a estas alturas sabemos de sobra que no hay cambio ni transformación histórica que no pase por la relación y el cuidado de los vínculos. Desde el compartir juntas y juntos vulnerabilidades y precariedades estas pueden convertirse en potencia transformadora y desinstaladora del sistema e ir así poco a poco generando zonas liberadas.

¿Qué es mas importante la meta o el camino?, preguntó una joven discípula a su maestra. La respuesta quebró toda polarización excluyente: Lo más importante, lo extremadamente valioso, es con quienes se va haciendo el camino.

Pepa Torres Pérez






[1] J. M. Esquirol, Humano, más humano. Una antropología de la herida infinita, Barcelona, 2021, pág. 14

domingo, 14 de agosto de 2022

viernes, 1 de julio de 2022

EL EVANGELIO ES HOY, EL EVANGELIO ES AHORA ( revista de Pastoral Juvenil, Junio 2022)


Cuando tenía 20 años, a partir del trabajo socio-educativo con jóvenes y niños en un barrio marginal de Madrid atravesado por el fracaso escolar y la heroína, la frase de Dorothy Day con la que titulo este artículo se me reveló como una verdad que transformó radicalmente mi vida y mis opciones. Descubrí entonces la importancia de los contextos y las nuevas significaciones que adquiere la realidad según desde donde se la interprete y se habite. No es lo mismo un contenedor de basura de un edificio de vecinos, para quienes el portero es el encargado de sacarlo cada noche a la calle, a lo que significa para quienes viven de rebuscar entre ellos. Todo conocimiento, como señala la activista feminista Dona Haraway, es situado: no puede desligarse de los contextos ni de la subjetividad de quien lo emite.

Lo mismo sucede con el Evangelio y la necesidad de contextualizarlo, porque la fe cristiana no es un principio ni una abstracción, ni siquiera solamente unas creencias. La fe cristiana es “ejercicio”, es praxis y nace en las periferias. En un territorio “insignificante” del que no se espera nada bueno y visto siempre bajo sospecha por el poder político y religioso (Jn 1,46), como tantos lugares marginales hoy en nuestro mundo. Geografías malditas de donde la gente lo que quiere es huir, pero sin embargo otros y otras deciden permanecer, porque se convierten para ellos en un Horeb donde Dios les invita a descalzarse y a comprometerse de manera comunitaria en este terreno sagrado y con quienes lo habitan.

Por eso creer en el Evangelio es dejarse seducir por un periférico. Alguien que nace y muere fuera de la ciudad, que se ve obligado a desplazarse con su familia como un refugiado huyendo de un genocidio (Mt 2, 13-23), como tantas familias refugiadas hoy; que es condenado injustamente como un antisistema (Mc 15,10-15) y cuyo Abaa es también el Dios de las periferias: El Dios de las esclavas, como Agar, cuyo dolor le conmueve hasta mostrarle su rostro: He visto al que me ve, (Gn 16,13). El Dios que abandona el templo para ponerse a la cabeza del pueblo cuando es deportado (Ez 1,1-28), cuyo culto es la misericordia y la projimidad, y para el que no hay un lugar físico privilegiado para adorarle, como le reveló a la mujer samaritana, sino una actitud en espíritu y verdad (Jn 4,5-42). Por ello, la liberación de las periféricas y periféricos, o dicho en el lenguaje del papa Francisco, los y las descartables, es el signo de su presencia entre nosotras (Lc 7,22).


Por eso también las periferias son un lugar privilegiado para hacernos despertar a una nueva conciencia: de nosotros y nosotras mismas, de los demás, de la divinidad. Una conciencia más holística, planetaria, interdependiente y también feminista, por lo que provoca como anuncio, en tanto que nos abre a lo que permanece oculto desde la lógica del poder y del sistema, pero también como denuncia. Por eso ser cristianas y cristianos hoy es ser porosos al grito de los y las invisibles, los vicarios de Cristo, donde se nos siguen revelando historias sumergidas y paralelas que nos remiten al Evangelio como anuncio y como denuncia:

-Nuevas Marías sin techo, dando a luz en una casa ocupada y a las que se les niega la asistencia sanitaria por estar en situación irregular. Otras sirofenicias, con las que compartimos escalera, nuevas vecinas de nuestros barrios que reclaman resilientemente justicia, derechos, inclusión para sus hijos e hijas, frente a los discursos de odio y el racismo estructural que emerge como sombra de muerte en nuestros barrios.

Nuevos Zaqueos, Levís y Nicodemos que en la proximidad con quienes habitan el revés de la historia descubren que hay que subvertirla desde abajo para que el amor, la justicia y la comunión lleguen de hecho realmente a todos. Porque la salvación, o es desde abajo y empieza por las últimas y últimos, o es imposible que sea universal, como anunció Jesús de Nazaret con su vida y sus palabras.

-Nuevas Martas y Marías, no de Betania, sino de Carabanchel, Vallecas, Lavapiés, El Pozo, La Cañada, La Ventilla, y tantos otros barrios periféricos, que hacen de sus vidas y sus casas lugares de hospitalidad y aprendizaje mutuo de aquellos y aquellas a quienes todas las puertas se les cierran.

-Nuevas viudas pobres del evangelio, que comparten no lo que les sobra, sino lo que necesitan para vivir, porque la vida compartida es el mayor tesoro.

-Nuevos jóvenes ricos, a los que al final les puede más el deseo de seguridad que la vida como un proyecto abierto de solidaridad y confianza sostenida en el buscad el reino de Dios y su justicia y lo demás se os irá dando por añadidura (Mt 6,24-34).

Pero esta realidad es invisible a los ojos del poder y del éxito. Requiere romper con las gafas de la superficialidad y la banalización del mal que tan a la moda están en estos tiempos. Sólo así podremos darnos cuenta de que la fe es lo más opuesto a la justificación, la ideologización o la instalación y que leer el Evangelio con ojos críticos y sensibilidad contemplativa nos saca de nuestras zonas de confort y nos moviliza a ser iglesia en salida, porque el Reino está siempre mucho más allá de las estructuras eclesiásticas y donde dos o tres estéis reunidos en mi nombre allá estoy yo entre vosotros, nos dice Jesús (Mt 18,15-20).

El Evangelio es hoy, el Evangelio es ahora, pero para así descubrirlo ha de ser contemplado y contrastado comunitariamente desde una interioridad que se va descubriendo habitada y para ello cuida también la soledad y el silencio. Sin embargo, lo paradójico de nuestra fe es que la autenticidad de la experiencia contemplativa en nuestra vida no es una cuestión de piedad, sino de profetismo y compromiso. La calidad de nuestra oración o nuestras experiencias de Dios no se miden por cuántas horas estamos en silencio sino por nuestra projimidad vivida hasta las últimas consecuencias (Mt 7,21-29). 

Porque Dios es Palabra, clamor y grito. Hay un texto maravilloso en el libro del Eclesiástico que remite al poder del grito de los empobrecidos y empobrecidas para romper la imparcialidad de Dios. Su grito es tan fuerte e insistente que atraviesa los cielos, traspasa las nubes, llega hasta el mismo Dios y no cesa hasta ser escuchado, de modo que hace que Dios tome parte, es decir, participe de sus luchas y sueños haciéndose parcial con ellos y ellas (Sir 35,15-21).

Por eso los gritos de los y las invisibles de nuestro mundo son la brújula de la Iglesia, de manera que cuando dejamos de ser compañeros y compañeras de vida, de luchas, de riesgos y sueños en común con ellos y ellas, la Iglesia deja de ser la Iglesia de Jesús. Pero estos gritos no son sólo de opresión y sufrimiento, sino también de júbilo y acción de gracias, como cuando ganamos un desahucio, unas medidas de alejamiento, un juicio por despido improcedente, evitamos una deportación de alguien ingresado en un CIE (Centro de Internamiento de inmigrantes), o un grupo de personas subsaharianas salta la valla de Melilla al grito de Boza. Porque el mundo de los pobres paradójicamente no es sólo el mundo de la carencia, sino también el de la creatividad y el derroche.

Por eso el Evangelio es una Buena Noticia y hay que celebrarla. Va de banquetes y fiestas, aunque atraviese momentos oscuros, y nos invita a ser más cantores que plañideras, a compartir la mesa de la vida y los derechos con todos los expulsados y expulsadas del banquete neoliberal que hoy acontece en nuestro mundo.

Porque el Evangelio es ahora, el Evangelio es hoy, mujeres y varones somos urgidos a “ponernos el delantal” y vivir la “operación igualdad”, que no es otra cosa que ser y hacer eucaristía, mesa compartida, donde la humanidad toda nos sentemos a compartir los dones recibidos y los bienes de la tierra sin que nadie quede excluido.

Pepa Torres Pèrez

sábado, 11 de junio de 2022

9 de Junio: Por fin se hizo posible la ratificación del convenio 189 de la OIT



Porque era una deuda histórica con las mujeres más precarizadas y explotadas....

Porque llevamos más



de 15 años reclamando el derecho a tener derechos 

Porque el liderazgo de las mujeres migrantes en esta lucha  ha sido fundamental 

Hoy gritamos con más fuerza que nunca: 

PORQUE SIN NOSOTRAS NO SE MUEVE EL MUNDO 

QUERIAN BRAZOS Y LLEGAMOS PERSONAS

QUE VIVAN LAS LUCHAS FEMINISTAS  


sábado, 14 de mayo de 2022

SEMBRANDO RESISTENCIAS ( Alandar Mayo 2022)


Hace más de un año cuando la nevada Filomena arrasó las plantas de un patio comunitario donde nos reuníamos diversos colectivos de mujeres decidimos, al llegar la primavera, hacer una convocatoria para que el patio floreciera de nuevo. La llamamos Sembrar resistencias y así lo hicimos incluso bajo una lluvia torrencial. Desde entonces nos animamos a hacerlo todos los años en lugares diferentes del barrio donde las mujeres nos encontramos. Porque de los ciclos naturales, aprendemos, que tras el invierno la primavera vuelve a emerger, por eso tenemos que hacernos expertas y expertos en sembrar resistencias que a su debido tiempo florezcan.

En las culturas mediterráneas el mes de mayo es siempre un tiempo propicio para la sementera. Sembrar resistencias y propuestas en busca de salidas comunitarias a la guerra contra la vida en la que estamos inmersas. Porque la guerra de Ucrania, trágicamente de actualidad en todos los medios de comunicación, frente a tantas otras condenadas a la invisibilidad y al olvido, se inserta en esta otra de dimensiones aún mayores. Una guerra contra la vida que ataca las bases materiales, los vínculos y las relaciones sin las cuales es imposible que se sostenga, no solo en Occidente sino de Sur a Norte del planeta. Una guerra que reproducimos con estilos de vida depredadores que explotan desde prácticas cómplices vidas y pueblos que no importan.

Por eso, porque hay expertos en expolio nosotras queremos serlo en sementera, incluso en condiciones adversas, como aquellas mujeres de las que habla Galeano en uno de sus cuentos, que cuando huían de las plantaciones donde habían sido esclavizadas Antes de escapar, robaban granos de arroz y de maíz, pepitas de trigo, frijoles y semillas de calabazas. Sus enormes cabelleras hacían de graneros y así cuando llegaban a los refugios abiertos, las mujeres sacudían en sus cabezas y fecundaban de este modo la tierra libre. O como otras mujeres que nos han precedido y que son para nosotras maestras de vida en las luchas por ecojusticia y la equidad de género, aquellas que nos recuerdan que lo que nuestras madres plantaron, nosotras cosechamos. Plantaron libertades, sueños, desmanes, quejas, lo nuevo, lo por venir. Les dijeron que no crecería, pero plantaron. las llamaron locas, pero plantaron, Y como lo plantado tenía fuerza y raíz (…) llego a nosotras (…) De ellas obtenemos frutos y semillas que volveremos a plantar.

En Este mayo “postcovid” tengo mis energías y mis deseos puestos en varias siembras colectivas que vienen de largo. La primera de ellas es el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras de hogar y de cuidados históricamente negados, y la ratificación del convenio 189 de la OIT, así como su inclusión en el régimen de la Seguridad Social con todos los derechos, incluido el del subsidio al desempleo. Son años de mucho cuidado e inteligencia colectiva en esta siembra, liderada por las mujeres migrantes que tras innumerables resistencias y propuestas peleadas palmo a palmo, en la calle, en la conciencia de las propias trabajadoras, en la ciudadanía y en las acciones de incidencia política, por fin han obligado al gobierno a trasladar la ratificación al Congreso para ser votada.

Quizás esté pronto por llegar el tiempo de esta cosecha, pero mientras tanto no habrá que bajar la guardia hasta que la ratificación sea un hecho en las condiciones y con los contenidos y aplicaciones que las propias trabajadoras demandan. Hasta que así sea y al grito de desde la lastima nada, desde la dignidad todo y ¡querían brazos, pero llegamos personas! seguiremos sembrando y alentando esta lucha.

La otra siembra en la que andamos inmersas muchas mujeres cristianas y feministas es la revuelta de las mujeres en la iglesia y la preparación del Sínodo mundial: Catholic Women Council, que celebraremos presencial y virtualmente en Roma en octubre de este mismo año. Una siembra de sororidad y conciencia crítica enormemente creativa en las propuestas que vamos recogiendo y elaborando para conseguir esa reforma estructural de la iglesia desde la perspectiva de las mujeres que tanto nos urge. Somos muchas las que estamos convencidas que sin el reconocimiento de nuestros derechos y la aportación de las mujeres en ella la iglesia traiciona lo mejor de sí misma.

Pero para esa cosecha aún queda…



Pepa Torres Pérez









domingo, 6 de febrero de 2022

RECUPEREMOS EL ESPACIO DE ECUENTRO FEMINISTA, C / Ribera de Curtidores 2


 

¡RECUPEREMOS EL “ESPACIO DE ENCUENTRO FEMINISTA”!

El Espacio de Encuentro Feminista nació en el 2017 como un centro de participación y cogestión ciudadana donde colectivos, asociaciones y vecinas feministas organizaban todo tipo de actividades culturales y construían feminismo desde el barrio. Con el cambio de Ayuntamiento y tras los efectos de la pandemia, este espacio se ha ido desarticulando y despolitizando

Por eso, convocamos de nuevo a colectivos, asociaciones y mujeres feministas a una Asamblea en el propio espacio para devolverle su actividad y su contenido político. Debatiremos sobre 3 líneas principales:

- Recuperar los cometidos y objetivos del centro
- Disputar el nombre que le han asignado (tras eliminar la palabra “feminista”)
- Reivindicar un centro de igualdad para el Centro de Madrid, con una dotación económica acorde y personas dedicadas a trabajar con las mujeres del barrio desde una perspectiva de género y feminista.

C/ de la Ribera de Curtidores, 2
📆 martes 8 de febrero de 2022
19:00 hs.
Ven con algo morado!

¡Os esperamos!

domingo, 28 de noviembre de 2021

In memoriam Almudena Grandes

https://www.youtube.com/watch?v=Exe3-EfjE7M 

En el Pregón de Almudena Grandes a Madrid hace unos años  recordaremos siempre el genio de su palabra, su conciencia social y su resistencia. Con su pérdida hoy estamos con menos luz que ayer ....

jueves, 16 de septiembre de 2021

EXPOSICIÓN: " Somos fragmentos de luz que impide que todo sea noche"


 Con motivo de la visita de la delegación zapatista a Madrid  el Instituto de Imaginación radical  (IRI) dentro del Programa " Sobre el precipicio del tiempo",  ha montado una maravillosa exposición en torno al diálogo entre la estética indígena y revolucionaria del cine  de Chiapas.

Un gusto poder visitarla  con compañeros y compañeras de la Red Interlavapiés y Territorio Doméstico.